Contra todo pronóstico, el verano se está convirtiendo en un periodo de récords de los navegantes en las aguas españolas. Gracias a la facilidad para mantener la distancia social, impuesta por la pandemia del coronavirus, el alquiler de chárteres náuticos se ha erigido en una alternativa turística vinculada a la seguridad que aporta la práctica de la actividad. Así lo atestigua un estudio de Cenáutica, la red de escuelas náuticas líder en España, que augura un crecimiento de las operaciones del 18% durante los meses estivales. Cenáutica prevé que el alquiler de embarcaciones aumente un 11%, mientras que el interés por adquirirlas solo lo ha hecho un 7%.
En contraste con el sector turístico global, afectado gravemente por los efectos de la Covid-19, la náutica de recreo está viviendo el verano con más actividad de los últimos años. “Alquilar un barco de recreo es la alternativa ideal para evitar las restricciones y aglomeraciones en las playas”, indican desde Cenáutica. De hecho, en la encuesta realizada por la entidad, un 11% de las personas admite que este año alquilará por primera vez un velero, una lancha o un catamarán.
Los viajes en barco por plazas son otra de las alternativas que han funcionado durante el verano. A pesar de la crisis de coronavirus, que paralizó las reservas entre marzo y mayo, las ventas de 2020 ya han superado a las del año anterior.
El chárter, un tercio de las compras
La pandemia golpeó la actividad náutica en abril, el mes álgido de las compras náuticas, por lo que según explica el secretario general de la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (ANEN), Carlos Sanlorenzo, “todo lo que se ha perdido no se podrá recuperar durante este año”. La salvación se ha encontrado en el alquiler de las embarcaciones, que ya supone un tercio del total de las compras. Los chárteres se han beneficiado de la ecuación: evitar aglomeraciones, actividad al aire libre, ambiente familiar y el contacto con la naturaleza. SanLorenzo asegura que el verano ha traído “un público nuevo que descubre una forma de hacer turismo y veranear a través de la náutica”.
El coronavirus ha acentuado una tendencia que ya se observaba en anteriores temporadas: un cambio de la propiedad de las embarcaciones al uso. Así, determinadas empresas de alquiler de chárteres han modificado sus rutinas este verano, estableciendo bases en puertos como el de Barcelona para facilitar los embarques hacia las islas Baleares, evitando la utilización de otros transportes como el avión.
Durante este verano, la procedencia de los clientes también ha cambiado. Se ha pasado de una mayoría de extranjeros a reservas efectuadas por turistas autóctonos. Aunque inicialmente se aplicaron descuentos de hasta el 40% para estimular la demanda, la plataforma de alquiler Nautal reconoce que las rebajas se situaron por debajo del 20%. “Destinos como Ibiza han sido muy solicitados y esperamos que con el empujón del verano, las cifras de negocio sean similares a las del año pasado”.
Interés del turista autóctono
El agujero dejado por el turismo extranjero, bastante menor que el de otros años, lo ha cubierto el autóctono. Así lo asegura el secretario de la Asociación de Industrias Náuticas de Catalunya (ADIN), Miquel Guarner. “El cambio principal se ha producido en la procedencia de las personas que alquilan las embarcaciones”. Así, Guarnier recuerda que la flota de embarcaciones catalana destinada al alquiler es la misma que la de otros años, pero en esta ocasión, “el interés del turista autóctono ha cubierto la demanda del foráneo”.
Pospuesto el examen de titulaciones de recreo
El interés de los españoles por el turismo náutico, como alternativa segura en cuanto al distanciamiento social, se constata también en el crecimiento de la demanda para obtener un carnet para navegar. Los cursos para obtener una licencia de navegación y sirven para llevar barcos de hasta seis metros y motos de agua, se realizan en un día, y tienen más en las primeras semanas del verano. Para aquellos que quieren obtener una titulación náutica, como el Patrón de Embarcaciones de Recreo (PER), la formación online para preparar los exámenes se ha convertido en la opción prioritaria, como alternativa a las aulas presenciales.
A pesar de eso, la Dirección General de la Marina Mercante (DGMM) publicó una resolución el 22 de junio, en la que anunciaba que se posponía hasta septiembre la convocatoria de exámenes teóricos ordinarios para la obtención de titulaciones náuticas para el gobierno de embarcaciones de recreo.
Es una decisión adoptada por la DGMM para el exhaustivo cumplimiento de las medidas higiénico-sanitarias establecidas por el Ministerio de Sanidad, así como por la consejería de Sanidad de la Comunidad Autónoma de Madrid, sobre limitación del aforo para la celebración de congresos, encuentros, conferencias y eventos y actos similares, y dado el elevado número de aspirantes matriculados en las dos convocatorias (previamente suspendidas a causa del estado de alarma) de los exámenes para la obtención de las titulaciones náuticas de recreo.
Esta anulación constata la tendencia registrada desde principios del mes de junio. Un aumento de la demanda para alquilar las embarcaciones de recreo y un interés creciente de obtener la titulación requerida para navegar y tripular barcos de hasta seis metros.