Parece que la iniciativa de algunos importadores/cargadores delante de la Federal Maritime Commission (FMC), de Estados Unidos, junto al anteproyecto de ley presentado por dos congresistas (John Garamendi del partido demócrata y Dusty Johson del republicano), con la idea de doblegar la actitud de los grandes megacarriers ha ocasionado, como era de esperar, la reacción del World Shipping Congres , que es la asociación que agrupa a la mayoría de armadores del mundo.
Claro que el asunto no afecta únicamente a los armadores (¿los podemos seguir llamando así?) de portacontenedores. Ellos alegan, sin embargo en sus manifestaciones públicas, que se debe entender que el problema de las cadenas de suministro afecta a todos los actores: armadores, puertos, terminales, operadores de ferrocarril, de camión, receptores, embarcadores, todos colaborando para mejorar las condiciones del mercado: oferta-demanda. Y que no se les debe de hacer en absoluto responsables de la carga de la prueba: demostrar que hacen lo posible para que las cosas marchen bien en cuanto a la oferta de vacíos para la exportación y a la aplicación de justos recargos en los conocidos como demurrages&detention charges. En fin, una interesante confrontación entre los actores de la cadena de suministro. Pena que esto ocurre en EEUU y aquí, en Europa, la Comisión Europea sigue mirando hacia las begonias de su jardinera, igual que nuestra Comisión de los Mercados y la Competencia.