No es esta pregunta en absoluto gratuita. Vemos, leemos, como los principales armadores de contenedores: Maersk, Hapag Lloyd, HMM, incluso ZIM Lines que no está entre los cinco primeros del mundo de los megacarriers en contenedores, han obtenido resultados positivos en el segundo trimestre del 2020, es decir en lo que denominan Q2. Los resultados podrían calificarse de espectaculares: EBITs superiores a los años anteriores, comparando año con año, y previsiblemente mejores en el Q3.
¿Por qué? Pues principalmente por el asunto de las llamadas Blank sailings, es decir, la cancelación de salidas. Y aguantando las necesidades de embarque de los cargadores a los que han puenteado su embarques, dilatándoles, pidiéndoles primas adicionales (prime–booking) y otras lindezas adicionales. Y esto nos lo dicen los gurús, como Drewry por señalar a uno de los más conocidos.
Es una realidad objetiva que los armadores ganan dinero: Maersk, Hapag Lloyd, Hyunday MM, ZIM, de momento, en una situación en que el tráfico mundial ha conocido un decrecimento. Pero las salidas en blanco, el menor coste de los combustibles y otro tipo de reducción de costes nos han conducido a esta situación que no tiene visos de cambiar y en consecuencia la seguiremos viendo en el Q3.
Los fletes desde China a la costa oeste de USA, son de escándalo, cerca de los 4000 $ por contenedor de 40 piés si es que ya no pasan esta cantidad; pero es que hacia Europa, entre flete base más los recargos diversos que los armadores instituyen , se acercan a los 3000 euros, y puede que superen este nivel
La situación no es positiva para el tráfico en general por mucho que los grandes megacarriers estén en una cómoda posición. Una de las ejecutivas del Banco Mundial ha puesto el dedo en la llaga: los fletes son aranceles adicionales para el tráfico de mercancías. A mayor flete mayor dificultad para introducir una mercancía en un mercado determinado. Y lo que es positivo para los grandes megacarriers no lo es y no lo será para el comercio mundial.
Es muy conveniente, y debe ser así valorado por los grandes megacarriers el hecho de que unos felets altos que mejoren grandemente su cuenta de resultados, no son positivos para el comercio internacional.