Desde la aplicación de la normativa IMO 2020, de limitar al 0,5% el nivel de contenido de los gases de exhaustación del combustible de los buques, los scrubbers que iniciaron un proceso de instalación en los buques, tanto en la reconversión, retrofit de del aparato motor, como en las nuevas construcciones, muchas de ellas con sistemas duales: HSFO – scrubber, VLSFO, este último combustible para áreas ECA o entradas en puerto.

La cuestión es que, a día de hoy, más de 4.000 buque emplean esta técnica, para la citada limpieza de los gases de exhaustación, consecuencia de la quema de combustible HSFO (con 3% de contenido de azufre). Parece que, en Europa, un 30% de la flota mercante emplea ya estos sistemas, que presentan una ventaja evidente para los armadores sobre los otros modos de combustible, vale decir VLSO (con 0,5% máximo de azufre) o el GNL.
Cabe señalar, en este punto que el diferencial (spread) a día de hoy entre la tonelada de HSFO y la VLSFO es de alrededor de 140 dólares (ver gráfica adjunta), lo que hace al sistema de scrubbers amortizable entre los 12 y los 16 meses por parte de los armadores.
Claro que también, se debe recordar que estos ingenios utilizados para exhaustación de los gases de motor nada hacen respecto al CO2 y a las partículas de efecto invernadero… al menos de momento.