En la compleja cadena productiva marítimo-portuaria el practicaje es un eslabón importantísimo para garantizar la seguridad del puerto, de sus instalaciones, del buque, del medio ambiente y por supuesto de la vida humana.
Esta profesión milenaria goza de una gran reputación y prestigio dentro de un amplio espectro de la sociedad civil, conseguida con el esfuerzo de quienes llevan a cabo esa importante labor, teniendo siempre como horizonte la excelencia en el servicio. Los prácticos se preocupan de estar al día en las innovaciones científicas y tecnológicas que afectan a la náutica mediante todo tipo de cursos y reuniones nacionales e internacionales con otros prácticos. Intercambian así conocimientos y experiencias para solucionar los distintos problemas que surgen de su actividad. La renovación de las lanchas del practicaje es otro de los puntos que siempre están presentes para poder ofrecer el mejor servicio posible.
El prestigio alcanzado por los prácticos se basa en la profesionalidad del colectivo humano seleccionado tras un examen del currículo náutico y pruebas teóricas y prácticas del puerto dónde desempeñarán su profesión. Todo ello exento de cualquier injerencia fuera del ámbito profesional.
El sistema portuario español, como el de todo el mundo, ha sufrido cambios profundos debido a la dinámica evolutiva del transporte marítimo. El practicaje, como profesión viva, no ha sido ajeno a estos avatares y ha tenido que ir adaptándose a los mismos. Así nacieron en su momento las corporaciones de prácticos de cada puerto y la federación para defender los intereses comunes de todos ellos. En la actualidad, los prácticos se agrupan en el Colegio Oficial Nacional de Prácticos (CONP), creado por Real Decreto 797/2005 de 1 de julio, cuyos órganos de gobierno son: la Asamblea General, la Junta de Gobierno y el presidente, con las competencias que a cada uno otorgan los estatutos colegiales. Corresponde al presidente la responsabilidad de elegir a la persona que ocupará la plaza de gerente y secretario general del CONP y de la Federación de Prácticos, cuya misión, amén de las administrativas y de gestión, es analizar los problemas de la profesión, proponer soluciones, y mantener las relaciones pertinentes con las instituciones y administraciones públicas que afectan al practicaje.
El entramado administrativo de este país, con la distinción entre puertos autonómicos y estatales, favorece la confusión en la cual vive muy cómodamente determinada clase política, cuyos intereses están muy alejados de los técnicos y profesionales.
Un ejemplo de ello es lo que está sucediendo en el puerto de Palamós. En febrero de este año se realizaron en dicho puerto exámenes para una plaza de práctico, según la Resolución de 18 de noviembre del 2020 de la DGMM, publicada en el BOE número 313, de 30 de noviembre del 2020, cuyo tribunal titular estaba formado por José Ramón Trancón Lagunas, presidente; Álvaro Vidal Casaís, secretario; y los vocales Carlos Blanch Pujol, Jordi Batallé Vilaró y Pedro Buil Amengol.
Hubo un sólo candidato a práctico, cosa extraña, que obtuvo la calificación de NO APTOal suspender la prueba de maniobra con una puntuación muy baja.

Pasados unos meses se vuelve a publicar una nueva convocatoria para la misma plaza de práctico en el puerto de Palamós, Resolución de la DGMM de 18 de mayo del 2021, publicada en el BOE de 24 de mayo, donde observamos que se ha cambiado un vocal del tribunal. Se sustituye a Pedro Buil Amengol, práctico durante muchos años del puerto de Palamós, por Marc Vela Mateo, que, curiosidades de la vida, es la persona que había suspendido las pruebas para ocupar la plaza de práctico del puerto de Palamós.
El artículo 5.3 de la Orden FOM/2417/2007, de 25 de julio, por la que se regula el reconocimiento de la capacitación profesional para la prestación de los servicios de practicaje portuario, establece que:
En aquellos supuestos en los que no exista práctico, el Colegio Oficial Nacional de Prácticos de Puerto de España podrá designar al vocal entre prácticos jubilados del citado puerto.
Una norma que se había estado cumpliendo en el puerto de Palamós hasta la última convocatoria, en la que se ha sustituido al práctico jubilado, Pedro Buil, por una persona que había suspendido las pruebas de acceso a práctico de Palamós, a pesar de ser el único candidato.
Ante esto, sólo cabe preguntarse por qué en esta convocatoria no se cumple con la Resolución de la DGMM; y por qué se aparta al vocal con el mejor conocimiento náutico del puerto, cuya presencia en el tribunal otorgaría prestigio y rigor a la convocatoria.
¿Qué presiones ha sufrido el CONP para actuar de esta manera? ¿Acaso se está preparando un cambalache?
La experiencia demuestra que cuando un colectivo profesional empieza a ser colonizado por la política y los responsables de la misma no ponen freno a esa injerencia, comienza el desprestigio y el declive.

Sería una lástima que un gremio centenario tan valorado como el practicaje cayera en ese error y tirara por la borda el esfuerzo de generaciones y generaciones de prácticos, porque los actuales administradores, adormecidos por los cánticos de los políticos, no actúen con el rigor profesional que se exige de ellos y para lo que fueron elegidos: defender ante las instituciones la excelencia conseguida por el colectivo de prácticos.