Los movimientos del sector marítimo a escala internacional también han repercutido en los puertos españoles ¿Estaba cantado? ¿Era inevitable? ¿Han aguantado lo que han podido los armadores?…
El caso es que desde el día 1 de octubre, las navieras españolas, casi todas al mismo tiempo y por unos importes muy cercanos las unas a las otras, han subido de manera ciertamente importante los fletes de los contenedores desde la península a Canarias.
¿Las razones? Circunstancias del mercado invocan unas, otras son más específicas y justifican el aumento con los “precios disparados del fletamento de buques”, la “escasez de buques”, el “aumento incesante del combustible”, las “dificultades para adquirir nuevos contenedores” y, en su caso, “a precios desorbitados”, o los “servicios de las terminales al alza”.
Algunos de ellos son poco imaginativos pues, por un lado, la demanda mundial de buques, se refiere a los panamax (con capacidad de 4.000 TEUs) y superiores principalmente y, cabe suponer, que el fletamento de nuevos buques dependerá de la extensión del periodo de contratación de los que las navieras tienen en servicio… ¿afecta esta circunstancia a la mayoría?
El aumento del precio de los combustibles es una realidad objetiva que no supone aumentos sensibles, del orden del 8% al 10% máximo. El problema de los nuevos contenedores es, sin duda, una realidad. La demanda es feroz en todo el mundo y tanto el precio de los nuevos como el de los de segunda mano ha aumentado de manera desorbitada. La pregunta es, ¿necesitan reponer equipo los armadores del tráfico de Canarias en estos momentos? ¿No debería de obedecer más bien esta reposición a un plan estructurado?
Y, finalmente, el argumento del alza de los servicios de las terminales no se comprende. Las autoridades portuarias han estado por todo 2020 y parte de 2021 reduciendo los costes portuarios en las concesiones y otros por causa de la Covid-19, precisamente para tratar de favorecer el tráfico marítimo. No parece muy justificado un argumento que se apoye en unos supuestos y no especificados servicios de las terminales.
La realidad es que los tráficos marítimos en contenedores desde la península a las islas Canarias, han sufrido un aumento sensible. La horquilla sería de entre un 15% y un 20%… todos a la vez. Y esta no es una buena noticia ni para los usuarios, ni para los consumidores finales, con una inflación recientemente publicado del 4% que se atribuye en gran medida al desorden provocado por diferentes factores en las cadenas de transporte marítimo; pero del que se están beneficiando, no lo olvidemos, los armadores.