El deslizamiento de metano de los buques alimentados con GNL es un problema reconocido que la industria marítima ha estado abordando activamente durante más de una década. SEA-LNG lamenta la campaña de desinformación que se está llevando a cabo y que tergiversa los progresos que la industria ha realizado y sigue realizando para reducir el deslizamiento. “Las afirmaciones sensacionalistas que carecen de pruebas científicas son un intento transparente de distraer a la industria de la inversión en GNL, una solución que puede ofrecer una reducción inmediata de las emisiones de gases de efecto invernadero y proporcionar una vía incremental de bajo riesgo para la descarbonización total del sector marítimo”, lamenta la organización en un comunicado.
En SEA-LNG, aluden a un análisis publicado en 2021 por los expertos en ciclo de vida de ESG, Sphera, basado en datos primarios de los principales fabricantes de motores y revisado por expertos académicos independientes. Este estudio, según señala SEA-LNG, muestra que los motores alimentados con GNL tienen unos beneficios de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en comparación con los motores actuales basados en el petróleo de entre el 20% y el 30% para los motores de dos tiempos de velocidad lenta, y del 11% al 21% para los motores de cuatro tiempos de velocidad media, incluido el deslizamiento de metano. Con los continuos avances tecnológicos, los beneficios de los GEI sólo mejorarán en las futuras versiones de los motores alimentados con GNL a medida que las tecnologías sean adoptadas más ampliamente por el sector marítimo.
SEA-LNG reconoce que el deslizamiento de metano representa un desperdicio de energía preciosa. Los fabricantes de motores están incentivados comercialmente para reducir el deslizamiento con el fin de mejorar la eficiencia y el rendimiento general. En la actualidad, existen motores alimentados por GNL que tienen niveles mínimos de deslizamiento: estos motores representan al menos la mitad de la cartera de pedidos de nuevas construcciones de GNL. En el caso de las tecnologías en las que el deslizamiento sigue siendo un problema, los niveles se han cuadruplicado desde principios de la década de 2000 y los fabricantes de motores siguen identificando vías tecnológicas que permitan que todos los motores alimentados con GNL tengan niveles mínimos de deslizamiento de metano para 2030, si no antes.
Cumplimiento normativo
SEA-LNG recuerda que la Organización Marítima Internacional (OMI) y la Unión Europea también están elaborando reglamentos para reforzar aún más esta dirección impulsada por la industria. Es de esperar que las iniciativas normativas conviertan el deslizamiento de metano en una cuestión de cumplimiento normativo para el sector marítimo. Además, el sector también está llevando a cabo proyectos para mejorar la supervisión a bordo del deslizamiento de metano y desarrollar sistemas de catalizadores de postratamiento de los gases de escape para tratar el metano que pueda escaparse inadvertidamente de la cámara de combustión.
En resumen, la coalición asegura que el GNL es hoy un paso en la dirección correcta. Es el único combustible marino ampliamente disponible que reduce inmediatamente las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con los buques de propulsión tradicional. La vía del GNL que apoya SEA-LNG también ofrece una ruta hacia las emisiones netas de gases de efecto invernadero para la industria naval a través de la introducción continua del bioGNL disponible y, en última instancia, del GNL sintético renovable. El bioGNL de emisiones neutras ya se está almacenando en Europa y Norteamérica. SEA-LNG confía en que el bioGNL y el GNL sintético renovable formen parte de una cesta de combustibles marítimos de emisiones netas cero en el futuro.