El problema se ha vuelto extremadamente complejo.
Por un lado una demanda que no afloja, básicamente retailers de la costa Oeste de Estados Unidos, costa Este y Norte de Europa. Una demanda que presiona sobre una oferta de espacio que no está debidamente adecuada.
Por otro lado la oferta: los megabuques que, desde los 14.000 TEUs que se aplican en el trafico transpacífico principalmente, hasta los 24.000 TEUs que viajan desde Extremo Oriente hasta Norte de Europa, no presentan una oferta que pueda casar con la demanda de forma equilibrada. Por las blank sailings (cada vez menos); por las dificultades de unas rotaciones de los buques que se hacen cada vez más largas entre puertos de carga y descarga, ocasionadas por la concentración de contenedores a descargar en cada puerto.
La falta de puntualidad de los armadores (reliability) que está siendo controlada por los portales ad hoc es proverbial en los últimos meses. Las congestiones en los puertos de descarga motivadas por la gran cantidad de contenedores a descargar en cada escala y la infracapacidad en esos puertos para dar facilidades para la entrega y devolución de vacíos que han originado las famosas demurrages & detentions… y la guinda de todo el pastel: la falta de equipos vacíos en Extremo Oriente para atender la demanda de carga hacia Occidente. Equipos vacíos, básicamente de 40 pies, que falta por todas las razones que acabamos de describir… y alguna otra que se nos escapa.
Todo esto está muy bien; pero ¿cuándo acabará? No esperen nada antes del Año Nuevo Chino, en febrero de 2021. Lo venimos diciendo desde hace alguna semana y ahora lo confirman los gurús del sector. Y el asunto tiene sus razones: la inercia del sistema de aprovisionamiento Este-Oeste y sus repercusiones en otros tráficos son los principales argumentos que avalan estas afirmaciones. Todo es una serie concatenada de factores que nos llevan a esta conclusión.
Faltan buques. Se están colocando más a toda velocidad, pero los resultados no se ven todavía. Faltan contenedores vacíos: se debe acelerar descarga, vaciado y puesta de nuevo en lugares de carga. Muchas medidas se están tomando al respecto: primar transporte de entrega, devolución en vacío sin carga a los lugares de origen, primar unos puertos de carga en detrimento de otros, lo mismo en la descarga… y un conjunto de medidas que se espera surtan efecto.
Falta una mejora de la gestión de los tiempos y rotaciones por parte de las navieras, los puertos o los prestatarios de servicios portuarios y, en general, de los miembros de la cadena de suministro.
En febrero, en fin, bajaran los pedidos; pero no desaparecerá el problema, diríamos. No subirán los fletes mas, ¿bajarán?
Alonso Contreras