A Eduard Rodés, director de la Escola Europea – Intermodal Transport, no le gusta dar puntada sin hilo, quizás por eso y desde hace más de diecisiete años, con la cada vez más afinada aguja de la Escola Europea Intermodal Transport y el irrompible hilo de su amor por la logística, se dedica a coser conocimientos, culturas y voluntades de lado a lado del Mediterráneo.
¿En su última visita a Beirut, a quién señalaban sus colegas libaneses como culpable de la gran explosión que destrozó el puerto y media ciudad?
A la decisión del juez que ordenó la paralización sinedie de aquella gran cantidad de material explosivo en las instalaciones portuarias.
¿Corredor Mediterráneo o autopistas del mar?
Las dos y, además, la carretera. Los tres modos han de cooperar y por descontado crecer y desarrollarse siguiendo la red Transeuropea de la Ten-T y el de una red Trasmediterránea supranacional y, el de una red Transmaghrebí.
¿Ha dicho red Transmaghrebi de transporte?
Sí, todavía no existe, (sonríe) pero la tenemos que hacer.
¿Ajustarse a un plan supranacional quiere decir que estará prohibido que alguien, por ejemplo, haga un aeropuerto donde él crea conveniente?
Nada de prohibir, en absoluto, pero que lo haga con su dinero (vuelve a sonreír).
¿Está llegando la hora de las ciudades como motores regenerativos de nuestras sociedades?
Sí, yo también estoy de acuerdo con el economista Richard Florida en esa visión y ya que tocamos el tema, lo amplio: las ciudades y los puertos.
¿Los puertos no dependen de las ciudades?
Sí y no, hay un espacio de autonomía gestora muy importante en un puerto. Una ciudad y un puerto pueden construir realidades muy potentes.
¿Argel?
La capital de un Estado independiente que está más cerca de Barcelona no es ni Roma, ni París ni Lisboa, es Argel pero, mentalmente sentimos que está lejísimos cuando es a los argelinos a los que tenemos más cerca.
¿Alejandría?
Al Iskandariyah (Alejandria) y Egipto han supuesto conocer otras culturas y el contacto con jóvenes de países lejanos y desconocidos. Compartir el espíritu mediterráneo que me inspira y realizar algo en lo que creo firmemente: la formación –el conocimiento- como camino efectivo para hacer a las personas más libres. Y personas más libres construirán un mundo mejor.
¿Marruecos?
Es un gran momento para recuperar aquellos proyectos con Marruecos que dormían en los cajones. La Escola Europea está trabajando en uno sobre recursos alimenticios y sostenibilidad que es ilusionante para todos los que estamos interpelados.
¿Qué es el Port Virtual Lab?
Un regalo que nos trajo la pandemia, que nos obligó a reinventarnos. Sustituimos una comunidad logístico-portuaria física por otra virtual que permite aprender y simular operaciones logísticas y de comercio internacional, trabajando en red, de la misma forma que en el mundo real. Hoy ya se utiliza en siete países del Mediterráneo y en la Universidad de Barcelona. En un plazo muy corto se empezará a utilizar en otros centros. Desarrollamos una red que utilizan nuestra plataforma en sus programas. Eso nos acerca, nos hace colaborar en actividades que se realizan de forma recurrente y crea un punto de encuentro que estoy seguro que favorecerá mejoras en el comercio. Y como dice Montesquieu, el comercio traerá la paz.
¿Un orgullo?
Ver a los antiguos alumnos de la Escola Europea que, cuando vuelven para participar en cursos o seminarios especiales, se distinguen muy positivamente de los otros asistentes por su “arquitectura” mental en los procesos logísticos. Creo que ya existe un estilo Escola Europea Intermodal Transport.
¿Una asignatura pendiente ?
El grupaje marítimo. El potencial formativo, técnico, creativo y de futuro del grupaje marítimo en la comunidad portuaria de Barcelona es altísimo y me refiero a nivel mundial. Pero, hasta ahora, no hemos encontrado la fórmula de darle el valor y la consistencia que, como conocimiento de vanguardia, esa especialidad atesora y que permanece encriptado.
¿Cuál es el nuevo país que va a pasar por la vida de Eduard Rodés?
Son dos: Indonesia y Albania.
¿Se siente músico o maestro?
Las dos cosas… Profundamente.
Una última pregunta; La República Mediterránea ¿Significa algo para usted ese concepto?
Sí, una vieja utopía que comparto, sueño y construyo.
¿Cómo sería?
Sonrisa amplia tipo “todo comprensión” y silencio definitivo
Víctor Rubio
P.S: El entrevistador, algo inquieto por la última no-respuesta, ha decidido buscar que era eso de la República Mediterránea y ha topado con el siguiente texto:
Esta República Mediterránea no es un Estado. Es un espacio de convivencia en el que florecen la cultura y la civilización; un mundo en el que cada hombre y cada mujer busca su felicidad.
No es un feudo masculino, propiedad exclusiva de los dioses terribles y vengadores del Libro. Es un Mediterráneo femenino, iluminado por Isis y por Minerva, por la leyenda de una María Magdalena capaz de amar y ser amada.
Es un Mediterráneo laico, o no sería el Mare Nostrum, porque malviviría dividido y amenazado por los ejecutores de la venganza divina.
Un espacio donde hacer la revolución que hoy necesita el mundo: la del conocimiento.