La automatización total de las terminales portuarias no aporta mejoras ni en la productividad de las empresas concesionarias ni en la de los puertos que las acogen. Esta es la principal conclusión extraída de un exhaustivo y completo informe independiente elaborado por el Centro para la Innovación en el Transporte (Cenit) por encargo del Consejo Internacional de Estibadores (IDC) y la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF).
Según los autores de este estudio, las terminales totalmente automatizadas no representan mejores índices de productividad que las tradicionales. Además, los expertos del Cenit señalan la alta vulnerabilidad a los ciberataques, una mayor exposición a los hackers y, en consecuencia, y un mayor índice de inseguridad para las mercancías y los puertos.
Sergi Saurí, director de Cenit, indica que «en el sector portuario siempre se ha asumido que la automatización total traería mejores índices de productividad pero, en base a las experiencias reales actuales, no hay evidencias que lo avalen». El organismo también subraya los elevados costes de capital inicial y los costes adicionales para el mantenimiento de las terminales automatizadas. Además, la investigación señala peligros inherentes como la concentración de poder por parte de las empresas concesionarias, que implica un control de los precios y, en consecuencia, una pérdida de soberanía y control por parte de las administraciones públicas y los gobiernos nacionales.
Peligro de prácticas monopolísticas
Asimismo, la automatización impacta negativamente en la sostenibilidad económica y fiscal, conlleva prácticas que afectan a la libre competencia en la medida en que otorgan más poder a las navieras, mejoran los ingresos sólo para sus accionistas y aumentan el peligro de prácticas monopolísticas. Esto también conlleva una disminución de las tarifas y, por tanto, una reducción de los ingresos portuarios, lo que supone una importante pérdida de recursos.
En cuanto a la sostenibilidad social de los profesionales portuarios, el estudio señala impactos negativos para la automatización portuaria, como la pérdida de miles de puestos de trabajo tanto para los trabajadores de las terminales como para los de empresas suministradoras y auxiliares, y la falta de adaptabilidad para responder rápidamente a situaciones inesperadas.
Este tipo de terminales, situadas en países socialmente más avanzados, son culpables de ‘dumping social’ y de prácticas en las que las tareas de mantenimiento a distancia se subcontratan a países con menos libertades y derechos para los trabajadores y con salarios mucho más bajos. En este sentido, la automatización tiene un impacto directo en los ingresos fiscales del Estado, ya que supone una menor recaudación de impuestos y mayores costes de seguridad social debido a la pérdida de puestos de trabajo, no sólo en el puerto sino también en su comunidad.
Cenit es un organismo independiente con más de dos décadas de experiencia y forma parte del Centro Internacional de Métodos Numéricos en Ingeniería (Cimne). Creado por el Gobierno de la Generalitat de Catalunya, a través del Departamento de Territorio y Sostenibilidad, y por la Universitat Politècnica de Catalunya-Barcelona Tech (UPC), elabora estudios e informes para todo tipo de entidades, públicas y privadas, desde la Unión Europea, hasta gobiernos, administraciones portuarias, asociaciones o empresas de sectores tan diversos como la Movilidad Urbana, la Logística y el Transporte Marítimo o la Gestión de Infraestructuras, por citar algunos.
Para la realización de este informe conjunto entre IDC e ITF se han llevado a cabo análisis y entrevistas con autoridades portuarias, organizaciones internacionales, operadores de terminales, expertos en ciberseguridad, proveedores de tecnología 5G o sindicatos, entre otros.
Oposición de IDC e ITF
IDC e ITF son las federaciones sindicales de trabajadores portuarios más representativas a escala internacional y se oponen frontalmente a los procesos de automatización de las terminales portuarias. En este sentido, las entidades han explicado en un comunicado que “seguiremos organizándonos contra este tipo de procesos que atacan los derechos de los trabajadores y diezman tanto los empleos portuarios de calidad como los empleos en la comunidad en general”.
IDC e ITF aseguran que seguirán defendiendo los derechos de los profesionales portuarios. Así, detallan que ”también trataremos de concienciar a las multinacionales y a las Administraciones implicadas en los procesos de automatización de los peligros y los puntos débiles”. En este sentido, precisan que los trabajadores no están en contra del cambio tecnológico, pero no aceptarán ningún proceso que conduzca a la pérdida de puestos de trabajo o a rebajar las condiciones de los trabajadores portuarios.