No hay duda de que, si en abril nos pegamos un batacazo, tanto económico como sanitario, en mayo el batacazo económico será general, no solo en nuestro país. No hace falta que les recuerde aquí cuanto van a caer las economías más avanzadas… ya están los telediarios para recordárnoslo. Mayo sí que va a ser un muy mal mes para el negocio marítimo y, el colofón, lo pondrá junio, conformando así un segundo trimestre (o Q2 como se le llama en argot), que hará historia –por lo negativo- en esta actividad.
Las salidas canceladas por los armadores desde puertos de Extremo Oriente a Europa o Estados Unidos, se cuentan por centenares y más que van a ocurrir. En la semana 20 del año se espera una cancelación del 50% de las salidas desde puertos de Extremo Oriente hacia el Oeste. Bien pudiera ser que a mitad de mes se encuentre los “grandes” con muchos buques en puertos occidentales cargados a la mitad y que todavía no cuenten con suficientes contenedores vacíos para volver a Extremo Oriente. Si esto ocurriera, dicen los gurús, los fletes; que hasta hoy se van aguantando, se pegarían también un buen batacazo, lo que no es bueno para nadie. Seguiremos el asunto.
Lo que inició CMA-CGM con mandar un buque vía El Cabo, ya lo hacen las dos principales alianzas, Ocean Alliance y 2M. Estando el combustible más barato, tanto el IFO 380 (3% menos de azufre) y el VLSFO (menos del 0,5% de azufre), además de tener unas diferencias muy bajas entre sus precios, y durando el viaje 7 a 10 días más a velocidad económica (12 nudos) que supone tomarse un poco más de tiempo para llegar a puerto, evitando congestiones y se le suma el ahorro de entre 500.000 y 700.000 dólares de tasas del canal de Suez… un camino por el que van a seguir algunos más hasta el verano como mínimo.
Las mercancías que se van a mover mas son las esenciales: productos sanitarios, alimentación, farmacéuticos y, con bastante probabilidad, los materiales de construcción porque los gobiernos acometen todos los programas posibles de obra pública. Del resto de mercancías poco o ningún rastro en este mes de mayo. Y eso quiere decir que las semi-congestiones de algunos puertos desaparecerán y su nivel de ingresos bajará considerablemente.
En España, la hucha de Puertos del Estado estaba en enero de 2020 bastante llena, de modo que es posible que puedan llegar al tercer trimestre sin mucha erosión en sus cuentas; pero la actividad privada es otra cosa. Terminales, almacenistas, operadores… y hacia abajo en la cadena de proveedores no lo van a pasar nada bien. Las tensiones de tesorería pasarán de unos a otros y los que tienen rango de pyme serán los que más sufran. Algunos se quedarán por el camino. La liquidez será la reina de las nuevas modalidades del baile económico.
Y pasaremos el verano. Es de esperar entonces que las economías más avanzadas se hayan reanimado algo más del 50 por ciento y comencemos a remontar la famosa “V”, en nuestro caso más asimétrica; pero remontando. Si no, entraremos de lleno en el reino de la incertidumbre más absoluta.