
Esperada rueda de prensa la de esta mañana en el puerto de Barcelona. Tras el cambio en el Gobierno de la Generalitat con la salida de Junts del Ejecutivo, el conseller de Territorio, Juli Fernàndez, ha presidido a mediodía el traspaso en la presidencia del recinto de la capital catalana: Damià Calvet dejará esta semana el cargo a Lluís Salvadó. Mañana será efectivo en la reunión ordinaria del Govern y todo hace indicar que será el viernes de esta misma semana cuando se oficialice el cese y el nombramiento en el BOE, ya que depende del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana en tanto que autoridad portuaria.
Fernàndez ha tenido palabras de elogio a la responsabilidad y al trabajo de Calvet al frente de la principal infraestructura económica de Catalunya. De su sucesor ha destacado su “amplio conocimiento de los ámbitos público y privado” que le llevará a “continuar con la labor realizada de una infraestructura de gran impacto para nuestro entorno”. El conseller, que aterrizó hace menos de dos meses en su función, ha señalado los tres retos que se marca la Generalitat respecto del puerto: “generar bienestar de la ciudadanía y prosperidad; la competitividad de las empresas; y la transición energética y la sostenibilidad”.
Un Calvet emocionado, ha pasado revista a su mandato
Tras la introducción de Juli Fernàndez, Damià Calvet ha tomado la palabra señalando “el honor” que ha supuesto ser presidente y que lo ha hecho “con gran intensidad”. De hecho, su cambio ha caído como una jarra de agua fría entre una comunidad portuaria que han apreciado mucho este año y medio al frente del recinto. Salvadó tendrá la ardua tarea de sustituir al que, para muchos, ha sido el mejor presidente del puerto de Barcelona de los últimos años y que ha devuelto al puerto al liderazgo de la economía catalana y española, siempre en clave de sostenibilidad.

Calvet se ha emocionado hablando del exconseller Josep Rull y ha agradecido a la comunidad portuaria y al “gran equipo directivo de la autoridad portuaria que comanda José Alberto Carbonell” el trabajo realizado y los avances alcanzados en estos meses.
Ha destacado al puerto como foco para la formación, para la innovación y para la captación de talento y ha incidido en que “el puerto debe seguir completándose continuar sirviendo a la economía del país”. En este sentido ha afirmado que “un país de primera necesita un puerto de primera” y a la inversa. Por este motivo “he intentado siempre guiarme desde la planificación y en beneficio de un progreso sostenible”.
De estos meses ha destacado la consecución de varios retos, algunos desconocidos para el gran público “pero significativos”, como los despachos para los nuevos agentes de la Policía Portuaria; el intenso trabajo en favor de la capacitación laboral de los miembros de la Fundación Cares (que ha emocionado al aún presidente); o la consecución de una paz en la estiba de Barcelona que ha llevado a firmar el V Acuerdo Marco del sector a escala estatal. También, como no podía ser de otro modo, se ha mostrado satisfecho por los avances realizados respecto de los futuros accesos viarios y ferroviarios al recinto portuario y, como no, a la consecución de la organización en Barcelona de la Copa América 2024.
Sobre su futuro ha indicado que seguirá -posiblemente- “vinculado al mundo del territorio, las infraestructuras, la movilidad o las ciudades”. Cabe recordar que la ley de altos cargos le impide formar parte de empresas y/o administraciones vinculadas al puerto al menos en un plazo de dos años.
Los primeros minutos de Lluís Salvadó

Como todos los políticos que llegan a un lugar nuevo y “desconocido” para ejercer una responsabilidad de liderar una gran entidad, Lluís Salvadó ha iniciado su etapa en el puerto agradeciendo la labor de su antecesor y correspondiendo los elogios y la “lealtad al equipo directivo de la autoridad portuaria que llevan años trabajando”.
“Con Damià Calvet nos conocemos desde hace años y hemos llegado a varios consensos. Le quiero transmitir mi respecto personal, profesional y político”. El puerto de Barcelona, según el futuro presidente, “debe ser un punto de encuentro entre todas las administraciones y el sector privado pero, en todo caso, nunca rehuiremos a tener una opinión propia, siempre amparándonos en el consenso”.
También ha señalado la voluntad de diálogo “para seguir creciendo a escala internacional” o la repriorización de las estrategias en función de los acontecimiento que, como el auge de la energía, provocan cambios en el corto plaza difíciles de ser tenidos en cuenta en la planificación realizada a priori.
Brevemente a preguntas de la prensa Salvadó ha pasado por encima de la causa judicial que podría finalizar con su inhabilitación: “Estamos convencidos de las acusaciones (de presunta malversación por la organización del 1-O) decaerán y no trabajo con ningún calendario que no pase por dar preferencia a mi actividad en el puerto de Barcelona en cuanto asuma la presidencia”.
En este sentido también ha afirmado que mañana a mediodía tramitará su renuncia al escaño que tiene como diputado electo por ERC en el Parlament de Catalunya y que sería incompatible, al menos a nivel laboral, con la presidencia del puerto.
Un ingeniero con perfil político

Josep Lluís Salvadó i Tenesa llega al puerto de Barcelona como diputado por Tarragona del actual Parlament y como una de las caras más visibles de ERC ya que ostenta la vicesecretaría general de coordinación interna de su formación política donde anteriormente había sido secretario de organización del partido.
Ha ocupado, además diversos cargos en la Administración local y catalana como el de secretario de Hacienda del Gobierno de Catalunya. Nacido en Sant Carles de la Ràpita, tiene 53 años y está casado y con dos hijos. Fue también alcalde de su municipio y representante de la Generalitat en su demarcación.
A nivel profesional es ingeniero industrial por la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de Barcelona (Universitat Politècnica de Catalunya) y postgrado en dirección general de empresas por la UOC; y ha desarrollado cargos técnicos y directivos en la industria privada.