Las ciencias náuticas en nuestro país no disponen del arsenal bibliográfico de los países de nuestro entorno. Los esquemas de la selección del profesorado y del personal docente en las universidades españolas permite que lleguen a las aulas catedráticos y titulares con escasa predisposición a la publicación de libros rigurosos sobre materias profesionales. Hay excepciones, por supuesto; pensemos, por ejemplo, en el esfuerzo científico de Felipe Louzán y Santiago Iglesias Barniela (Universidad de La Coruña), plasmado en los manuales de comunicaciones marítimas y la estiba de cargas sólidas; o en las diversas publicaciones de Francisco Piniella (Universidad de Cádiz).
En este panorama, lo que asombra y admira es que un marino de vida casi ermitaña, confinado voluntariamente en la pequeña isla de Formentera (un buque varado en el Mediterráneo balear), haya tenido el coraje de reeditar completamente actualizados dos libros que ya en su día gozaron de la estima de los profesionales marítimos y portuarios: el Tratado de Estiba (primera edición en 1987) y el Tratado de Maniobra y Tecnología Naval (primera edición en 1983), dos obras monumentales escritas por el capitán Juan B. Costa y editadas por Estudios Náuticas Costa, C.B. (www.estudiosnauticosta.com).
La edición actualizada de ambos tratados ha contado con la colaboración, entre otros especialistas, de los hijos del autor: Josep y Juan Costa Fäh, el primero práctico del puerto de Barcelona y director de Global Marine Consultants; y el segundo capitán al mando de gaseros en la noruega Knutsen.

Con estos mimbres, la actual edición de ambos tratados constituye una noticia editorial de primer orden para el sector marítimo. El Tratado de Maniobra recoge, por ejemplo, el uso de las modernas tecnologías digitales para controlar el curso de la maniobra de buques de gran eslora; y el funcionamiento de los modernos remolcadores con propulsores azimutales. Por su parte, el Tratado de Estiba dedica un amplio capítulo a las últimas normas y prácticas del transporte de cargas peligrosas. Todo ello sin perder de vista la estiba y las maniobras clásicas y tradicionales, vigentes todavía en el universo marítimo.
Como el afán del marino Juan B. Costa es ajeno a los entresijos y vanidades del mundo académico, sus libros poseen el encanto del empeño singular de una persona que sólo tiene en mente construir una obra científica y pedagógica que sirva a sus naturales destinatarios: marinos, ingenieros y, en general, a los profesionales dedicados a la operativa portuaria y al transporte por vía marítima.
A la cuidada edición de ambas obras, con profusión de ilustraciones, hay que añadir una prosa sencilla que pretende potenciar los efectos didácticos de lo que explica.