El Consejo de Ministros presidido por Pedro Sánchez presentó ayer la planificación que hace el Ejecutivo, a modo provisional, para iniciar el periodo de desescalada del confinamiento para llegar a lo que desde Moncloa denominan nueva normalidad. En el sector que nos toca, el marítimo, el proceso parece que va para largo a tenor de los anexos que presentó ayer el Ministerio de Presidencia.
En el gráfico adjunto, pueden observar cómo en la Fase 0, a partir del día 4 de mayo, habrá pocos o ningún cambio a la situación actual. Ya en la Fase 1 la situación será igual, pero esta medida podría cambiar de acuerdo con los acuerdos que se alcancen con Comunidades Autónomas en las reuniones que realizan vía telemática a menudo. Para los buques Ro-Ro y Ro-Pax, la ocupación de los pasajeros –siempre profesionales del mundo del transporte y la logística y para el traslado de mercancías) podrá ser del 50% en butaca, o una separación de butacas a más de 2 metros, y del 100% en camarotes siempre que sean ocupados por personas que residan en el mismo domicilio. No obstante, las zonas de restauración y/u ocio de los buques deberán continuar cerradas. Siempre, en todo caso, se deberán cumplir las medidas de seguridad personales que todos ya conocemos.
Sin medidas para la Fase 2, en la cuarta y última que nos llevará a las dos últimas semanas del mes de junio (siempre hablando a priori), el Gobierno plantea eliminar la limitación normativa de no embarcar pasajeros en los ferries, en función de la evolución de los parámetros sanitarios.
Además, será en esta Fase 3 cuando se autorizarán las actividades náuticas de recreo, entre las que se entiende que está incluido el chárter náutico, al no tratarse de establecimientos hoteleros o similares aunque, en ocasiones sirvan de alojamiento vacacional. También respecto de la náutica, el Gobierno prevé que en la Fase 0 se pueda acceder a los deportes individuales (surf, pádel surf, vela individual, etc. junto a la bici o a los runners, por ejemplo). En este ámbito sólo se hace referencia a las actividades deportivas individuales sin contacto.
Aspectos económicos
Respecto de los aspectos económicos, la reactivación “deberá estar regida por los principios de coordinación, prevención, prudencia, proporcionalidad, y seguimiento y monitorización”. Dependerá, con carácter previo, de la evolución de los indicadores sanitarios, y se hará en paralelo a la activación de la movilidad personal, siendo necesario plantear dos horizontes temporales: A corto plazo, la clave es el apoyo de la actividad y la estabilidad económica general, y para ello la reapertura progresiva de los sectores que aún no han podido reiniciar la actividad y de aquellos que están funcionando, pero están todavía lejos de alcanzar niveles de normalidad, en condiciones de seguridad y distanciamiento social reforzados para evitar un incremento de la tasa de reproducción conforme aumente la movilidad.
A medio plazo, se requiere un seguimiento especial de aquellos sectores más afectados por la crisis y con mayor potencial de arrastre, que requerirán de planes y medidas de apoyo y acompañamiento para sus respectivos modelos de producción.
En cualquier caso “la desescalada necesariamente habrá de responder, entre otros aspectos, a las especificidades de los diferentes sectores» por lo que deberán ser las patronales del sector (Anave, Anesco, ANEN, Cepesca, Aautransmer, Feteia, etc.) las que pongan al Gobierno sobre aviso de las necesidades empresariales en función de los resultados que obtengan las empresas, cuando la mayoría entran en pérdidas si es que no lo han hecho aún.
Recordar, finalmente, que la duración mínima de cada una de las fases de desescalada se ha fijado en dos semanas. En el mejor de los casos, según reconoció ayer Pedro Sánchez, la duración del proceso será de mes y medio y, como máximo, se plantean ocho semanas, «por lo que a finales de junio estaríamos en la Nueva normalidad si la evolución de la epidemia está controlada en todos los territorios».