El día 16 de febrero tienen lugar las elecciones al comité de empresa en el Centro Portuario de Empleo (CPE) del puerto de Valencia. Se trata de unas elecciones importantes, ya que el de Valencia es el principal puerto del conjunto del Estado en movimiento de contenedores y, además, está proyectada una ambiciosa ampliación. Se presentan varias propuestas, pero, sin duda, el programa sindical de los estibadores de Frente Portuario llama la atención por su posicionamiento “en favor de los trabajadores” y su voluntad de expansión, tanto a escala nacional como internacional.
El proyecto que presentan marca una serie de puntos con los que pretenden devolver la representatividad -perdida durante años- a los estibadores de base y que sean los propios portuarios valencianos los dueños de sus decisiones en la negociación con las empresas. Pretenden hacerlo desde la lealtad al colectivo, la cercanía y desde el conocimiento de la profesión, en lugar de estar expensas de decisiones tomadas en otros puertos, y con intereses diferentes, muchas veces ocultos. Su lema es claro en este punto: “Ninguno es más que otro”.
Formación, rotaciones, seguridad, salarios, servicios, cumplimiento de los acuerdos firmados, poner fin a los chiringuitos creados con los años para fomentar la igualdad, cumplimiento de los horarios… lo hacen con coherencia y con un discurso conciso. No van en contra de los compañeros que forman parte de otros sindicatos sino en defensa de su profesión y de los propios intereses de su puerto. Lo hacen de forma asamblearia, pero real. Cualquiera puede ir a sus reuniones y exponer su opinión. Ojalá en el resto de sindicatos pasara lo mismo… Frente Portuario sí apuesta por poner fin a la opacidad y ser completamente transparentes.
«Frente Portuario no cree ni en los favores ni en las deudas”
Desde NAUCHERglobal hemos podido hablar con los representantes de Frente Portuario que nos han explicado cómo «los sindicatos actuales que están en el comité de empresa del puerto de Valencia, están totalmente politizados y sólo les interesa comprar el voto del trabajador a toda costa». En este sentido, «la única forma que tienen los sindicatos en el comité para conseguir votos pasa por hacer ofertas sindicales de la cuales muchos compañeros se intentan aprovechar».
A modo de ejemplo, «si algún compañero necesita algún trato especial solo tiene que ir preguntando puerta por puerta a ver que le ofrecen los sindicatos. A cambio, consiguen el compromiso de voto para las siguientes elecciones». Se trata de «tratos de favor y deudas personales», explican.
Con una forma de pensar diferente, «Frente Portuario no cree ni en los favores ni en las deudas. Sólo cree en el trato igualitario para todos los compañeros y en un trabajo conjunto de todos los sindicatos en el comité de empresa, trabajando todos a una y no poniendo zancadillas de un sindicato a otro para conseguir mas votos».
En este sentido, «queremos intensificar nuestro esfuerzo en esos trabajadores que no necesitan un trato especial y que solo se dedican a venir trabajar, intentan hacerlo de la mejor forma posible y que si necesitan algo siguen las normas establecidas y esperan a que les llegue su turno».
Como premisa, diferente a la que plantean otros sindicatos en su programario, desde Frente Portuario incidirán en su campaña que, legalmente, se inicia mañana, en «creemos que las bases de promoción de ingresos o de promoción de categorías superiores en nuestro trabajo deben de ser fijas y muy duraderas, no como sucede ahora que se cambian cada dos por tres de forma inesperada».
Al margen, muestran preocupación y sintonía con la conciliación laboral y familiar y tienen previstas «soluciones que sean satisfactorias para el trabajador». No obstante, «no por eso se debe olvidar a todos esos compañeros que, día a día, vienen al trabajo a dar lo mejor de sí mismo y que lo único que piden es respeto, estabilidad y seguridad en su labor profesional y en su turno de rotación».
Automatización sí, pero para mejorar la vida de los trabajadores, en línea con el IDC
Respecto de la automatización, Frente Portuario, como miembro del Consejo Internacional de Estibadores (IDC), la principal organización sindical de estibadores a escala mundial, opinan que es «inevitable en cualquier trabajo o proceso industrial. La ingeniería y la tecnología están para mejorar la vida de las personas, por eso nosotros creemos que la automatización en los puertos está para mejorar los puestos de trabajo y no para destruirlos como tristemente ya ha pasado en el puerto de Valencia».
Sobre este ámbito, recuerdan la permisividad de los actuales miembros del comité de empresa, que preside Coordinadora, ya que «pactaron quitar a un estibador en cada mano de la operativa de contenedores que, entre otras cosas, paralizaba el mafi en la posición para que la grúa pueda coger el contenedor. A cambio las empresas ponían unos semáforos en las grúas para parar el mafi«. Según comentan «una de las terminales ya tenia los semáforos, en otra están poniéndolos pero no funcionan bien y la tercera ni se ha planteado instalarlos», lo que ha incurrido en un descenso de trabajadores por turno sin haber visto mejoras e incidiendo en una menor productividad y en un descenso de la seguridad.
En este caso concreto de semi-automatización «el objetivo era eliminar un puesto de trabajo que actualmente genera deficiencias en la operativa, ya que el estibador que ya no está realizaba también otras funciones que, actualmente, tienen que llevar a cabo los dos estibadores que quedan trabajando». En este sentido «se paraliza la carga de contenedores hasta que terminan esa función y, en consecuencia, la producción se ralentiza» perdiendo eficiencia.
Una legislatura muy movida
Estos últimos cuatro años han sido muy movidos para el colectivo de estibadores en general, pero en el puerto de Valencia, por su volumen de tráfico, han dado lugar a cambios en el comité de empresa a medio mandato. «Lo que sucedió -según apuntan desde Frente Portuario- es que durante los dos primeros años el comité de empresa no pudo hacer nada porque desde la dirección de Sevasa (el centro portuario de empleo) sólo querían tratar con Coordinadora que, hasta la fecha, había sido el sindicato con mayoría absoluta y que formaba parte del comité, pero no en su presidencia”. En este sentido, “no se entiende por qué razón desde la empresa actuaron de este modo, cuando los estibadores habían apostado por una gran coalición entre los trabajadores”.
Así, “cuando Coordinadora consiguió el delegado que les faltaba para tener mayoría en el comité, recuperó la presidencia del mismo, con el apoyo de la coalición”. Para los representantes sindicales se trata de «pura y dura política de acuerdos internos ya que, en realidad, nunca nos han explicado ni sabremos qué se acordó para volver a la presidencia en el comité». En todo caso, “nos comprometemos a que cuando nosotros lleguemos al comité de empresa apostaremos y defenderemos a todo el colectivo según los intereses del conjunto y no los particulares”.