La pandemia de la Covid-19 y la invasión de Rusia a Ucrania ha comportado una regionalización del comercio marítimo, en el que las cadenas de suministro se han hecho más cortas para frenar la dependencia de los mercados asiáticos y rusos. En este contexto, la consultora italiana SRM ha realizado un estudio sobre las potencialidades que ofrece el Mediterráneo para el transporte marítimo. Su director de la división marítima y energética Alessandro Panaro, ha intervenido, de forma virtual, en la conferencia sobre ‘Transporte Marítimo Verde en el Mediterráneo’ en el marco del Salón Internacional de la Logística (SIL).
Ante la tendencia relocalizadora del comercio marítimo, el transporte y la logística, Panaro ha instado a estimular el cabotaje para cumplir con los objetivos de sostenibilidad que marca la normativa comunitaria. En el estudio, se muestra cómo Italia y España acumulan un 60% de las operaciones de cabotaje de la Unión Europea (UE). En esta línea, Panaro ha puesto como ejemplo el papel de Tánger Med en las exportaciones de Marruecos, ya que por el puerto circulan el 50% de los envíos exteriores del país africano.

El papel de los puertos del Mediterráneo
El estudio de la consultora italiana SRM, que se ha dado a conocer en el SIL, enumera algunos de los retos a afrontar por el sector del transporte marítimo en el Mediterráneo. Entre ellos, se encuentra la transición energética, la regionalización del comercio y las nuevas legislaciones que favorecen los procesos de automatización.
Con todos estos elementos, Panaro ha dibujado un escenario en el que un 47% de los nuevos pedidos de barcos incorporan el Gas Natural Licuado (GNL) como combustible. Por eso, el director de la división marítima y energética ha vaticinado que el papel de los puertos del Mediterráneo se ha de basar en crear infraestructuras para regular pasarelas energéticas y ser agentes activos para la descarbonización de su actividad y de la economía.