Cosano le hizo llegar a Harouni su expreso interés en que España pueda participar en los procesos de licitación de obra pública que se van a llevar a cabo en Túnez en el sector del transporte, mediante la participación de empresas españolas.
Según relata el embajador, la situación en el sector marítimo es complicada dado que el Gobierno islámico sólo dispone de seis buques que cubren las rutas con Génova y Marsella (de pasajeros y mercancías) y Valencia, sólo de mercancías, cuando hace unos años existían hasta 26 buques.
El ministro también hizo mención a la saturación del puerto de Rades, que da servicio a la capital, y que concentra el 85% del tráfico portuario del país, con problemas de seguridad, rentabilidad, plazos de espera y corrupción.
Así, las soluciones a corto y medio plazo pasan por fomentar la utilización de los puertos de Bizerta y Sfax y la posible licitación de la construcción de dos nuevos puertos de aguas profundas: uno en la propia localidad de Bizerta, y otro en Enfidha, próximo a la capital y donde actualmente está ubicado el principal aeropuerto del país.
Asimismo, Tçunez apuesta por una renovación de su flota mercante y por la apertura de nuevas líneas, a corto plazo, con Libia, Egipto, Líbano y Turquía y, a medio plazo, con Marruecos, Senegal y Mauritania.
El ministro africano también dio especial importancia al sector de los cruceros como fuente económica de primer nivel para las importantes infraestructuras culturales del país.
El ministro informó también al embajador español que ya hay empresas españolas que han licitado por el concurso de gestión de la terminal de contenedores del puerto de Rades, y por su área logística anexa.