En un emotivo discurso, la madrina del acto añadió «a medida que navegues por las aguas del mundo, que tus viajes sean suaves y tus tareas exitosas. Que traigas la felicidad a tu tripulación, seas un refugio seguro para todos los que embarques y traigas orgullo y prosperidad para todos. ¡Te deseo buena suerte!».
El consejero delegado de Maersk Line, Søren Skou, comenzó la ceremonia dando la bienvenida a todos los invitados y explicó la tradición que sigue desde el año 1906, en el nombramiento de los buques de la compañía, que siempre hacen referencia a uno de los miembros de la familia.
Este Triple E se trata del barco más grande del mundo de su categoría, y establece nuevos estándares en la industria de los portacontenedores, no sólo por su capacidad y tamaño (18.000 TEUs y 400 metros de eslora), sino también por la eficiencia energética y su desarrollo ambiental.
Cuenta, en este sentido, con unas características de diseño únicas para velocidades bajas y hace uso de una máxima eficiencia, ya que emite un 50% menos de dióxido de carbono a la atmósfera por contenedor movido que la media actual en la ruta Asia-Europa.
Maersk Line ha ordenado la fabricación de un total de veinte de estos buques, que se irán incorporando progresivamente durante los próximos dos años en la ruta existente entre Asia y el Norte de Europa.