Según los estudios realizados por la compañía, los costes de capital derivados de la implantación de este nuevo motor en una nueva construcción, en comparación con un buque que utilice otras tecnologías para cumplir la nueva normativa sobre emisiones de azufre a la atmósfera, se reducirían entre un 15% y un 20%, debido al menor coste del sistema de alimentación del GNL como combustible y por el hecho de que no se precisaría instalar sistemas de limpieza de gases de escape.
Respecto de las tecnologías de depuración, estos nuevos motores tienen además la ventaja de que cumplen también, en modo gas, los requisitos del nivel III de la OMI, el más exigente en cuanto a emisiones de NOx, mientras que con combustible líquido cumplen el nivel II.
Según Martin von Sydow, vicepresidente de diseño del buques de Wallenius Marine AB, «el GNL es definitivamente el carburante alternativo más atractivo hoy en día y se adapta bien a nuestra política de empresa. La tecnología de motorización a baja presión de Wärtsilä para motores de dos tiempos será muy bien recibida por la industria».
El desarrollo continuo de la infraestructura de suministro de GNL se puso de relieve una vez más con el reciente acuerdo de abastecimiento de este combustible entre los puertos de Singapur, Amberes, Zeebrugge y como un medio para facilitar el uso del gas como combustible para uso marítimo.