Éste se muestra preocupado por el alarmante descenso del tráfico estrella; la pesca congelada, y asegura que se trata de una consecuencia del “efecto PIF”. Algunos buques se desvían al puerto de Leixoes para descargar su mercancía, donde no existe tanta rigidez respecto a los controles sanitarios como la que sí existe en el puerto de Vigo. López Veiga asegura que ya hay diálogo “al más alto nivel” con el Ministerio de Sanidad para encontrar solución a dichas exigencias que se traducen en un menor movimiento para el puerto. “Tengo confianza en que este asunto se solucione en este mes de abril, porque el desvío de tráficos a Leixoes es muy preocupante”.
Al mismo tiempo atribuye parte de culpa al conflicto de la estiba ya que la incertidumbre sobre la posibilidad de huelga ha hecho que algunos buques cancelen sus escalas en el enclave vigués. Uno propio de Maersk y otros de Hapag Lloyd son los ejemplos más evidentes. En este debate se posiciona a favor de la gestión del gobierno que “tiene que acatar una sentencia del TJUE, y no existe alternativa”.
Por otro lado, y en contraste con los datos y hechos negativos mencionados anteriormente, espera aumentar su relación con Tánger, con quien, tras la participación en el VI Encuentro Hispano-Marroquí y el anuncio del Grupo Suardíaz de la ampliación de la autopista del mar, espero estrechar lazos comerciales y fortalecer una muy positiva relación.
A partir de ahora Vigo conectará semanalmente dos veces con Tánger además de Zeebrugge (Bélgica), lo que se traduce en un alto movimiento en su terminal Ro-Ro, “Y esto no solo le interesa a la industria del automóvil, sino también a la industria textil y a la pesca”, afirmó el mismo.