El 5 de septiembre de 2007, antes de las 3 de la tarde, el pesquero NUEVO PEPITA AURORA, un cerquero de Barbate de 19,4 metros de eslora y 5,9 metros de manga perdió la estabilidad y quedó quilla al sol hasta el día siguiente que acabó hundiéndose a 7,8 millas de Tarifa. Murieron 8 de sus 16 tripulantes. Este fatal accidente sucedía tres años después del naufragio de un pesquero muy similar, el O BAHIA (18 metros de eslora y 5,2 de manga), construidos ambos por el mismo astillero, Nodosa, de Bueu, Pontevedra, en el año 1999. En el O BAHIA, de Vigo, perecieron sus diez tripulantes.
En un caso, la Comisión Permanente de Investigación de Siniestros Marítimos, un órgano interno de la Dirección General de Marina Mercante, cuya composición y funcionamiento lo incapacitaba como investigador independiente, atribuyó el accidente a un exceso de velocidad. En el caso del NUEVO PEPITA AURORA, la causa principal del naufragio fue, según ese órgano de la DGMM, juez y parte, el exceso de peso. Ambas “investigaciones” ignoraron las similitudes de diseño y construcción de los barcos como causa de ambos siniestros.
Por el naufragio del NUEVO PEPITA AURORA está procesado, cómo no, el patrón del barco, José Vega, a quien la fiscalía acusa de negligencia grave en sus funciones como responsable del barco. Le piden cuatro años de prisión.
Desde hace años, según algunas informaciones publicadas desde el primer aniversario, la muerte de los ocho pescadores del NUEVO PEPITA AURORA es recordada en Barbate, Cádiz, de forma cuestionable, aunque sin duda original: con la representación de una obra de teatro en la que participan como actores los vecinos de la localidad.
Según la agencia EFE, el director y autor de «La Aurora de Barbate», Sergio Román afirma que el título de la obra, es un Romeo y Julieta a la barbateña. Escrita en verso, la pieza teatral constituye un recuerdo y homenaje a los marineros que murieron en aquella tragedia y un canto a la esperanza para quienes no les queda otra que tener esperanza.