El 21 de diciembre de 1960, el vapor ELORRIO embarrancó en las inmediaciones del puerto de Santander y acabó destrozado contra las rocas por los embates furiosos del Cantábrico. Murieron 20 de sus 21 tripulantes y un vecino de Langres que intentó participar en el salvamento. Demasiados muertos.
Luis Jar, relator de naufragios, ha trabajado la triste historia de aquel suceso para ofrecer a sus lectores/admiradores una sólida versión de cómo y por qué el ELORRIO acabó derivando hacia la costa, con la máquina gripada, y por qué las condiciones de la época impidieron el salvamento de unos tripulantes que antes de que el buque se partiera clamaban auxilio desde el puente a escasos metros de tierra (Revista General de Marina, diciembre de 2022; adjunto en formato pdf). Un artículo encabezado con una frase magistral de Miguel Aceytuno, colaborador asiduo de NAUCHERglobal: La mar no es tu amiga, aunque sea tu amante.
Entre otras, los artículos de Luis Jar Torre se caracterizan por tres cualidades. La primera es la investigación del siniestro acudiendo a las fuentes conocidas y casi desconocidas para tener los mejores mimbres históricos. Sobre ese afán investigador reconstruye la secuencia del accidente con precisión de entomólogo y su conocimiento profundo de los buques y de la navegación.
La segunda cualidad consiste en su magnífica escritura y en su empatía con la gente de mar víctima del naufragio, o participantes en el salvamento, o autoridades intervinientes. Para todos ellos, Luis Jar despliega su mirada comprensiva, amable, indulgente. Una mirada que sus lectores, salvo excepciones, asumimos y le agradecemos. Una mirada que en sus relatos encaja con los hechos investigados y que huye de apriorismos y juicios de valor. Todo ello redactado con el primor de un orfebre.
La tercera cualidad es el esfuerzo que aplica para reconstruir las circunstancias históricas que afectaron o pudieron influir en el accidente en cuestión. No sólo indaga en la biografía de los barcos y de los protagonistas del evento, también se adentra en el conocimiento de las personas y los hechos que rodearon el suceso. Con todo ello los lectores tenemos la sensación, al acabar el artículo, que hemos aumentado varios puntos nuestro conocimiento de la marina mercante y de la historia marítima.
Aunque algunas opiniones -muy pocas- consideran los artículos de Luis Jar complacientes con el resultado, justificando eventuales desidias y posibles errores, lo cierto es que nadie discute el acontecimiento cultural que supone cada una de sus entregas. Y por supuesto todos reconocen que el conjunto de sus artículos, una colección ya extensa, constituye una contribución fundamental a la historia marítima, un acervo de primera magnitud sobre las causas de los naufragios y en general de los accidentes marítimos, y un monumento a la literatura sobre los marinos y la marina mercante.
Lean y disfruten con la lectura de Un viaje a ninguna parte. La pérdida del ELORRIO en aguas de Santander.