Los pasillos del Salón Logístico Internacional de Barcelona rebosaban este miércoles de actividad. Hacía años, incuso antes del parón obligado por la pandemia, que no se veía a tantos profesionales del sector, y que –probablemente- no se hacía tanto negocio y, para algunos, la situación puede plantear la realización del salón de forma bianual en lugar de hacerlo anualmente como hasta ahora.
Extremadura presentaba sus novedades en materia logística, también lo hacía Aragón; lógicamente lo está haciendo Catalunya, decenas de empresas, nuevo talento de los emprendedores, los puertos de Barcelona o Tarragona o, también Puertos del Estado… Aunque nunca volverá a ser –esperemos equivocarnos- como las añoradas ediciones de mediados de los años 2000, este SIL sí que parece haber renacido de sus cenizas: el sector tenía ganas de volver a reencontrarse.







Faltan, eso sí, agentes, fundamentalmente en el sector marítimo y portuario que antes sí asistían regularmente: navieras, transitarios operadores de terminales, puertos, stands de países, comunidades portuarias diversas… salvo excepciones; o que la Administración central crea más en el proyecto y en su imagen y, en lugar de un macro-stand que incluya todas las empresas públicas y que los altos cargos de Mitma vengan por la foto, lo hagan por separado y con ganas, como siempre habían hecho. Al fin y al cabo, todo es logística… ¿o no?
También cabe revisar las jornadas y congresos para próximas ediciones: los ponentes no cabe duda que generan interés y, en algunas, el aforo está al máximo de su capacidad. No obstante hay encuentros con apenas una veintena de personas. También se ha echado en falta la presencia de máximos responsables políticos o empresariales que, en algún caso, han dejado la representación en sus segundas espadas.
En este contexto, esta noche se celebra en el Museo Marítimo la “Nit de la Logística” un encuentro donde poder afianzar ese networking tan necesario.