Este otoño presenta demasiadas incertidumbres en lo que a la economía se refiere. Repasemos: guerra en Ucrania que arrastra a todas las demás cuestiones y que desde el punto de vista marítimo se condensan en varios aspectos más llamativos como son los problemas laborales de los puertos ingleses (hoy Felixstowe pero mañana también Liverpool), la cambiante situación en los puertos del continente, básicamente Rotterdam, Amberes y varios puertos alemanes con una conflictividad laboral latente; las congestiones que ocasiona el descenso de la capacidad de carga de las gabarras que navegan por el Rin a consecuencia de la dramática disminución del calado del río, fruto de la sequía… como más destacadas.
La WTC (World Trade Organization) ha hecho pública su opinión acerca de que los flujos de comercio van a sufrir una suave reducción fruto de la baja general de la demanda internacional, fundamentalmente en Estados Unidos y en Europa; de modo que los armadores también contemplan una reducción de los fletes en general y en los tráficos desde Extremo Oriente a puertos occidentales en particular. Como soft landing ha calificado esta reducción CMA-CGM: un aterrizaje suave de los fletes es lo que los armadores esperan en el H2 de este 2020.
Las consultoras no hacen más que informarnos semana tras semana acerca de la bajada en los fletes citados: China – Estados Unidos y China – Europa; pero en nuestro caso, es decir puertos mediterráneos, difícilmente bajarán más allá de los 9.000 dólares por contenedor de 40 pies (FEU), recargos aparte. Y es que conviene no olvidar que los armadores tienen siempre en la mano la “espada Jedi” es decir, las blank sailings, con lo cual equilibran rápidamente la oferta de espacio a la demanda existente y, si esta se reduce, ya sabemos lo que ocurre.
Aterrizaje suave en los fletes
Parece –y decimos parece- que los precios de los combustibles también conocen una suave reducción y, si Alemania tiene llenos los depósitos de gas y la Comisión Europea se propone y ejecuta una pronta intervención en la construcción de los precios de la energía, es de esperar un aterrizaje suave también en la economía en general.
Esperemos.