El ferry, de 138 metros de eslora y 22 metros de manga, tenía una capacidad autorizada de 1010 personas, entre pasajeros y tripulación, más 160 TEU’s de carga. En el momento del accidente se dirigía de Surigao y Nasipit hacia Cebú, para una escala intermedia de su destino final, Manila.
El mercante SULCON EXPRESS SEVEN, de la compañía Philippine Span Asia Carrier (antigua Sulpicio Lines), se dirigía a Davao y llevaba una tripulación de 36 hombres. Todos han salido ilesos del siniestro, a pesar de que el buque naufragó a causa de la colisión.
Los desastre marítimos más trágicos se han producido en ferrys filipinos, con el DOÑA PAZ (1986), con más de cuatro mil muertos, a la cabeza. Según ha publicado Bob Couttie en Maritime Accident Infvestigation, es posible que en este caso las autoridades filipinas se decidan a iniciar una investigación técnica del suceso que no encubra errores y negligencias, ya que el ferry pertenerce a una compañía china, país tradicionalmente enfrentado a Filipinas.