La ITF encargó el estudio por la preocupación de los sindicatos panameños ante la negativa de la Administración del Canal de Panamá (ACP) a mantener con ellos un diálogo sobre cuestiones como la capacitación, los aspectos técnicos o los problemas en la construcción —cuestiones que provocaron ya varios retrasos en la puesta en marcha de la nueva infraestructura. La FHM elaboró un modelo matemático, utilizando un Simulador de Maniobras de Clase A, que permite realizar una recreación de las nuevas esclusas, con un barco de la clase neo-Panamax y dos remolcadores ayudando en la maniobra. Las simulaciones avalaron los temores de los sindicatos. El estudio concluye que la seguridad de la maniobrabilidad se ve comprometida debido a varios factores: la dimensión de las esclusas, demasiado pequeña para operar de manera segura; la inexistencia de zonas de refugio para los remolcadores dentro de las esclusas, lo cual no deja lugar a fallo alguno (error humano, falta de comunicación, corte en las líneas o fallo de motor); y la falta de tiro suficiente de los remolcadores.
La maniobrabilidad de los buques en las esclusas se ve comprometida debido por las condiciones medioambientales características de esa zona geográfica (en términos de medias mensuales), y a la escasa potencia de los remolcadores. Mejorando ambos factores, la simulación arrojaba resultados más seguros.
A la vista de estos resultados, el estudio, que puede consultarse en http://goo.gl/17QF2K,recomienda realizar un análisis exhaustivo de riesgos y ofrecer una capacitación especial para evitar accidentes que puedan provocar la pérdida de vidas humanas o/y la contaminación del medio marino.
La ITF ha ofrecido reiteradas veces su colaboración al Gobierno panameño y a la ACP para abordar las preocupaciones manifestadas por quienes trabajarán en la nueva infraestructura, y ha puesto a su disposición el estudio.
En la Ciudad de Panamá, Steve Cotton, secretario general de la ITF, manifestó, al presentar el estudio, su deseo de que diera luz verde a las nuevas esclusas. Lamentablemente, no puedo. Nos enfrentamos a una situación de riesgo potencial para quienes trabajan en el canal y para quienes lo transitan. Esto tendrá que cambiar. El estudio se basó en el proyecto original de la ACP de utilizar un transbordador de popa y un transbordador proa. Según tenemos entendido, ahora se están examinando alternativas compensatorias, lo cual acogemos con agrado.Los problemas identificados en este estudio no sorprenderán a los trabajadores y trabajadoras del canal. Lamentablemente, su experiencia y conocimiento han sido menospreciados hasta ahora. Afortunadamente, los trabajadores y trabajadoras siguen tendiendo la mano. Es imprescindible que se cuente con las personas que van a trabajar en estas esclusas mientras aún hay tiempo para solucionar las deficiencias”.
El secretario general de ITF reconoció que el canal de Panamá es crucial para la industria marítima internacional. Ofrecemos todo nuestro apoyo para garantizar la seguridad de esta importante ruta marítima para todos los que la transitan o trabajan en ella, y para que haya una colaboración positiva entre los sindicatos y la ACP. Y concluyó manifestando que los armadores, aseguradoras y otros actores de la industria marítima tienen un interés común en solucionar este problema, por eso intentaremos que se involucren en las discusiones y estrategias para mejorar la seguridad; podríamos también considerar ampliar la simulación para cubrir nuevas alternativas de maniobrabilidad, en cooperación con la ACP y con otros representantes de la industria naval.