El avión teledirigido de EMSA está operativo en las inmediaciones del estrecho de Gibraltar, proporcionando al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana de España la capacidad de monitorizar las emisiones de azufre y nitrógeno de los buques que pasan. La iniciativa se basa en la experiencia adquirida durante una operación similar en la que se usaron las capacidades especiales de rastreo de la aeronave para monitorear las emisiones. Mientras que la marina mercante puede utilizar las medidas tomadas para comprobar el cumplimiento de las normas contaminantes de los buques que pasan, los vuelos también pueden dirigirse para apoyar a la Agencia Española de Seguridad Marítima (Sasemar) para las operaciones de búsqueda y salvamento.
Las aguas españolas e internacionales en la zona del estrecho vuelven a ser monitoreadas para comprobar los niveles de contaminación del aire por las emisiones de óxido de nitrógeno y óxido de azufre que liberan los barcos que pasan. Los datos de contaminantes recopilados respaldan el control del cumplimiento de las reglamentaciones existentes y, al hacerlo, pueden ayudar a reducir los efectos nocivos sobre la salud humana y el medio ambiente.
El monitoreo de emisiones es uno entre varios propósitos para los cuales la aeronave puede desplegarse dentro del área de operación; otras tareas complementarias incluyen la detección de la contaminación, la represión de las operaciones de tráfico y contrabando, el control de la pesca y la gestión del tráfico de embarcaciones.
El sistema de aeronave pilotada a distancia (RPAS) utilizado es un helicóptero no tripulado Camcopter S100 operado por el contratista de EMSA, Nordic Unmanned. El RPAS está equipado con un sensor de emisiones del contratista Explicit. Esto analiza las muestras de gas tomadas mientras el RPAS vuela a través de la columna de escape del embudo o chimenea del barco. Luego se hacen cálculos para determinar los niveles de azufre y nitrógeno. Los indicios de incumplimiento pueden desencadenar una inspección en el siguiente puerto de escala para determinar si se ha producido una infracción.
Esta es la segunda campaña de monitoreo de emisiones que se lleva a cabo en el área, elegida por su proximidad a rutas marítimas concurridas, dentro del rango de vuelo de la aeronave, así como por la experiencia del personal que monitorea el tráfico marítimo en este área.
Las operaciones de vigilancia de emisiones como estas reforzarán la reciente aprobación del mar Mediterráneo como zona de control de emisiones por parte de la Organización Marítima Internacional, que se espera que entre en vigor en 2025.