‘La noche del Titanic’, un documental producido por la Fundación Titanic, reproduce la última noche de navegación, la del 14 al 15 de abril de 1912, del transatlántico antes de hundirse tras chocar con un iceberg. Tal como explica el director de la Fundación, Jesús Ferreiro, en una entrevista emitida en el canal de Youtube de la entidad, “la reconstrucción de la navegación de lo que pasó la última noche, teniendo en cuenta toda la información que tenemos sobre los astros y la meteorología, nos ha servido para conocer cómo se orientaban los navegantes”.
El documental, que se proyectará cada día a las 12 horas hasta el 24 de junio en el Planetario del Museo de la Ciencia de Valladolid, explica cómo fueron las condiciones climáticas de aquella noche las que impidieron divisar el iceberg con el que acabó chocando el barco. Al respecto, Ferreiro indica que “los vigías que iban en el palo de proa sabían que era una zona de muchos icebergs, pero no pudieron olerlos ni oírlos antes de verlo”. En este sentido, el director de la Fundación recuerda que era una noche muy tranquila desde el punto de vista meteorológico, con la mar en calma y muy cerrada. Estos fenómenos provocaron, según detalla, que nadie fuera capaz de detectar el iceberg.
Formas originaria de orientación
Estas circunstancias, tal como comenta Ferreiro en su intervención, fueron las que hicieron que el primer oficial del TITANIC, el capitán William McMaster Murdoch, el que divisó un barco que se acercaba por la proa. En realidad, “no vio a otro buque, sino que eran las luces del propio TITANIC reflejadas en el iceberg”. Por esta razón, Ferreiro precisa que los supervivientes hablaban de un temblor, pensando que habían chocado con el iceberg, cuando se trataba de una maniobradel buque para recular.

En su repaso al documental, Ferreiro enumera las formas de orientación en la navegación que se desarrollaban en la antigüedad, centrándose en algunas utilizadas por los vikingos. “Se orientaban por las algas, ya que sabían que si eran verdes estaban cerca de Santander o si eran rojas se encontraban en la costa vasca”. Asimismo, añade que usaban otros indicadores naturales, como que si había pájaros sobrevolando el cielo es que la costa se encontraba cerca. Uno de los inventos más precisos de la época fue la brújula vikinga, que era una piedra blanca brillante que fijaba la posición del sol aunque el día fuera nublado.
Exposición sobre la reconstrucción
La presentación del documental se enmarca en el desarrollo de la exposición ‘Titanic. The reconstruction’, que se puede ver desde el pasado mes de diciembre hasta el 27 de junio de 2021 en el propio Museo de la Ciencia de Valladolid.
La muestra tiene como eje central la reconstrucción del TITANIC más grande del mundo a escala 1:30. El trabajo se ha llevado a cabo sobre los planos originales del TITANIC, cuyo resultado es una maqueta de 12 metros de largo, 4,20 metros de alto y 3,90 metros de ancho.
El singular proyecto de iluminación de la embarcación, conseguido gracias a cinco quilómetros de fibra óptica que transmiten energía a 3.000 puntos de luz diferentes, hace que los visitantes puedan apreciar con todo detalle tanto los espacios exteriores como los interiores del barco, en los que destacan estancias como el puente de mando o la bodega. La maqueta se completa con la reproducción del muelle de Southampton del que partió el TITANIC el 10 de abril de 1912.
El recorrido incluye objetos originales como el denominado ‘coche del Titanic’, un Brush D24 fabricado en Detroit en el año 1909, considerado el vehículo más antiguo del mundo que todavía puede circular; un display de bronce de la White Starline, desde el cual se dispensaban los tiques de los viajeros o una caja Henri Abelé donde se guardaban la botellas de champán que disfrutaban los pasajeros de primera clase.
Asimismo, los visitantes descubrirán el cuadro original ‘El sueño del Titanic’ que el artista santanderino Enrique Gran pintó en 1992, siete años antes de su fallecimiento, y que fue elegido por la Fundación Titanic como imagen del centenario del hundimiento. Un símbolo mundial que la dirección de la Fundación ha decidido incluir en el interior de la maqueta como homenaje al pintor.
Reproducciones de piezas del buque
Por otro lado, los visitantes descubrirán reproducciones a tamaño real de algunas piezas y habitaciones del buque como la famosa cabina Marconi, desde donde se trasmitieron las señales de socorro SOS, o las réplicas oficiales de los lavabos de primera y segunda clase del barco.
El presidente de Fundación Titanic, Jesús Ferreiro, es el responsable del guion de este recorrido realizado a partir de las entrevistas a nueve de los supervivientes del barco, especialmente a Millvina Dean, la pasajera más joven y última superviviente, a la que la exposición dedica un apartado especial. ‘Titanic The Reconstruction’ es la única exposición oficial de la Fundación Titanic que, hasta la fecha, ha recibido a más de un millón de personas. Cuenta también con el record internacional de visitantes a una exposición itinerante, conseguido en Portugal donde, en solo nueve días, fue vista por 84.942 personas.
Las cifras indican que, cuando se están a punto de cumplir 109 años del hundimiento del barco, el interés y la fascinación por lo ocurrido el 14 de abril de 1912 siguen vigentes.