La disputa territorial histórica entre Noruega y Rusia ha impedido que, hasta principios de este año, esa zona se haya mantenido en gran parte inexplorada. La situación empezó a cambiar cuando se firmó el acuerdo fronterizo en 2011. El año pasado, el ministro de Petróleo y Energía de Noruega ya pudo autorizar una ronda de permisos de concesión de licencias de exploración offshore. Fue la primera ronda de licencias en 20 años. De las 57 licencias que se otorgaron, 34 estaban en un área nunca antes abierta a la exploración de hidrocarburos. Después de este anuncio, Kirkenes -el puerto más cercano a los campos recién abiertos- ha contemplado un aumento constante y sostenido de entradas de buques de apoyo a la industria offshore.
Ninguna empresa u organismo tiene una imagen precisa de los recursos de hidrocarburos en el mar de Barents. Los analistas creen que podría haber hasta dos mil millones de barriles de petróleo. Incluso antes de empezar las perforaciones se notó un aumento en la actividad de transporte marítimo. Las empresas, en previsión de las licencias, estaban llevando a cabo estudios sísmicos y otros trabajos preparatorios esenciales.
En enero de este año, las autoridades noruegas anunciaron que estaban abiertas a autorizar ls primeras perforaciones. A pesar de la caída de los precios de los hidrocarburos, para muchas empresas el petróleo y gas del mar de Barents constituye un objetivo estratégico clave. En última instancia, sin embargo, la velocidad a la que los nuevos campos se desarrollen dependerá de los precios de la energía. Un precio del crudo en los niveles actuales obligaría a las empresas a recortar sus planes de inversión. Sin embargo, los precios del petróleo son volátiles. Pueden recuperarse rápidamente.
Para GAC, que tiene una importante presencia en Noruega, los acontecimientos recientes han supuesto un fuerte incremento de su actividad. En Kirkenes, GAC ofrece una gama completa de servicios offshore, incluyendo estudios marinos, abastecimiento de combustible y el suministro de equipos. Para Gac, el mar de Barents tiene un enorme potencial de crecimiento, y el puerto de Kirkenes alberga un brillante futuro como base logística.