Problemas para los estibadores subrogados desde la extinta sociedad de estiba (Sagep) del puerto de La Coruña, -una de las pocas que no se había transformado, en su momento, en centro portuario de empleo- y cuyos trabajadores pasaron a formar parte de las empresas prestadoras del servicio comercial de depósito de mercancías del puerto gallego: Pérez Torres Marítima, Galigrain y Terminales Marítimos de Galicia (TMGA).
Según ha podido saber NAUCHERglobal de fuentes solventes, tras pasar aproximadamente dos años y medio de subrogación (tiempo en el cual empeoraron sus condiciones laborales, con descenso de salarios, entre otros) los siete trabajadores de TMGA fueron citados esta semana en las oficinas para entregarles la carta de despido (todos menos uno, que estaba de vacaciones y al cual se le envió un burofax) sin finiquito.
La falta de indemnización en el despido por parte de TMGA es, según las fuentes consultadas, después de hacer uso de la sentencia de la Audiencia Nacional que declaraba inconstitucional la subrogación.
Hay cierta preocupación entre el colectivo de estibadores, sobre todo en los puertos más pequeños, ya que, creen que si TMGA ha hecho esa interpretación de la sentencia de la Audiencia Nacional, muchas otras empresas podrían hacer lo mismo en los próximos meses. Según los trabajadores consultados, “dar la opción a las empresas de subrogar a los trabajadores desde las Sagep ha sido el mayor error de nuestra historia, porque a trabajadores que puedan tener 15 o 20 años de antigüedad les pueden decir: mañana no vuelvas”, tal y como ha pasado en el puerto coruñés.
Es de esperar que los siete afectados recurran el despido como nulo pero, en ese caso, aún saliendo improcedente, las empresas podrían llegar a pagar indemnización y a amortizarlo en poco tiempo, contratando mano de obra más barata o eventuales. De ahí a preocupación del colectivo. Además, en todo caso, una resolución judicial no sería tampoco inmediata: Primera Instancia, Tribunal Superior, etc… al menos de un año y medio a dos años; tiempo más que suficiente para amortizar una posible pérdida, nos comentan.
Por otro lado, parece ser que los siete trabajadores no estaban afiliados a ningún sindicato (“no les dejaban en la empresa”). En este sentido, para Coordinadora, como sindicato mayoritario del sector, debería ser irrelevante si los despedidos estaban o no afiliados, ya que es una situación que, en caso de reproducirse en otros puertos, sí podría afectar a sus trabajadores.