Teniendo en cuenta que la declaración de carácter mayor corresponde a cualquier reparación en la que se atienda a la integridad del buque, seguridad, maniobrabilidad y propulsión entre otros aspectos, la realizada al BW CLYDE afecta directamente a su maniobrabilidad al haber sido la reparación del timón el trabajo principal, si bien también fue necesario reparar los motores auxiliares, caldera principal y un motor eléctrico de 185Kw de una de la bombas de lastre.
Para ello, tal y como ha indicado el director general de Tenerife Shipyards, Jonathan Pérez, “35 personas han trabajando en diferentes turnos, durante seis días, las 24 horas del día”, lo que contribuye a reducir los costes que supone a la naviera tener inoperativo el barco en puerto. En sus palabras, “la eficiencia del astillero repercute también en la cuenta”, aspecto que sin duda valoran de manera destacada las naves que eligen Tenerife para repararse.
En este sentido, el buque GRAN CANARIA CAR, consignado por Suardíaz, también se ha decantado por el puerto canario para someterse a diferentes trabajos de reparación durante todo este fin de semana. La nave llegará mañana viernes y permanecerá en la instalación hasta este lunes, cuando parta rumbo a la Península.
Cabe recordar que asimismo el ARTOVA, que llegó al puerto tinerfeño el pasado 31 de octubre remolcado desde aguas de Mauritania tras sufrir una avería en el cigüeñal y quedar a la deriva, es objeto de un cambio de dicha unidad que permita a su motor recuperar la propulsión perdida.