Josep Andreu dio a conocer el posicionamiento del puerto como hub del sector agroalimentario, y es que este tráfico ha representado un 14,66% del volumen total de mercancías movidas 2015. Además, Tarragona es el puerto líder en el Mediterráneo en movimiento de agroalimentarios por delante de puertos como Ravenna (Italia), Cartagena o Valencia. Su hinterland comprende la zona de Lleida, el valle del Ebro y parte de Aragón y Castilla, donde se produce el 40% de los piensos que se fabrican en todo el Estado, y la infraestructura portuaria contribuye a esta actividad económica gracias a los servicios e infraestructuras que facilitan la importación.
La alta especialización de la comunidad portuaria, así como las buenas comunicaciones terrestres, tanto viarias como ferroviarias es el principal valor añadido para e hinterland, según destacó Andreu. En total, son 560.702 m2 de superficie en el puerto, dedicados al tráfico de productos agroalimentarios –y con una capacidad de almacenaje de 1,3 millones de toneladas-. Tarragona cuenta con cinco terminales especializadas en mover este tipo de tráfico y la productividad media es de 500 toneladas movidas/hora.
El Levante sin papeles agiliza y optimiza la productividad en la logística del transporte ya que es un sistema que elimina los trámites aduaneros y facilita la tramitación administrativa para el control de mercancías que deben salir y entrar en el puerto, reduciendo así el tiempo de gestión del servicio.
El presidente de la autoridad portuaria también añadió datos relevantes que ponen de manifiesto el volumen y la importancia del sector agroalimentario como, por ejemplo, los 725.000 camiones de media anual que entran y salen del puerto, para transportar productos agroalimentarios hacia las áreas de consumo.
Además, Tarragona se ha convertido en punto de conexión entre la materia prima que se importa, para alimentar al ganado ovino y vacuno, y posteriormente, se exporta parte de estos animales, también a través del puerto, con destino países del Norte de África.