En julio del año 2012, la infraestructura portuaria inició un nuevo tráfico de exportación de animales vivos con el objetivo de favorecer la dinamización de la economía de la ganadería de su área de influencia. Desde la primera operativa el crecimiento ha sido exponencial.
Asimismo, este tipo de tráfico otorga a Tarragona una distinción de alta calidad ya que no todos los puertos están adecuados para trabajar con este tipo de mercancía. La terminal de ganado vivo de las instalaciones portuarias tarraconenses dispone de servicios aduaneros, veterinarios y de estibadores preparados profesionalmente para recibir este tráfico, y es un buen ejemplo de la diversificación de mercancías que el puerto está impulsando para ser más competitivo.