El primer tren cargado íntegramente de harina de soja en el nuevo punto de carga del muelle de Aragón salía del puerto de Tarragona, ayer lunes, con destino final Huesca. Este envío consta de 17 vagones de 1.000 toneladas cada uno. Se trata también de la primera operativa ferroviaria de productos agroalimentarios que realiza la operadora Bergé.
Con esta carga se abre la posibilidad de que en cualquier punto de los muelles destinados a los productos agroalimentarios, como su Castilla y Aragón, se pueda llevar a cabo todo tipo de operativas, mediante almacenamiento en silos o transporte por carretera o ferrocarril.
Este servicio ferroviario implica un fortalecimiento de la oferta en la logística de los productos agroalimentarios, consolidando destinos de gran importancia como Huesca y Zaragoza.
Esta mercancía, que se utiliza principalmente por la alimentación animal, ha estado en constante evolución en los últimos años. La harina de soja se importa principalmente desde el continente americano y desde el puerto de Tarragona, se envía de manera frecuente en Huesca, Zaragoza y todo el valle del Ebro.
El transporte de productos agroalimentarios por ferrocarril se ha convertido en una solución más sostenible y competitiva respecto al que se realiza por carretera. Este envío de harina de soja desde Tarragona a Huesca para la alimentación animal es un ejemplo.
Hub del Mediterráneo
El puerto de Tarragona recibe productos agroalimentarios de los principales países productores tanto europeos como del resto del mundo. La distribución de estos productos suministra a un hinterland muy importante, que incluye todo Catalunya, Aragón y gran parte de Navarra y del Este de Castilla, localizaciones donde se fabrica más del 40% del total de producción de piensos del Estado.
Los productos se importan a través de Tarragona y desde allí se transportan en las zonas de fabricación para la alimentación animal en Lleida, Zaragoza, Girona y, en menor escala, a Soria y Huesca.