El presidente del Puerto de Tarragona, Josep Maria Cruset, ha inaugurado la exposición “Tarragona confinada. La ciudad escondida” acompañado del coordinador de la muestra, el fotógrafo tarraconense Pep Escoda, y la directora de Puerto-Ciudad, Montse Adan. La muestra fotográfica reúne 110 fotografías de 11 fotógrafos y fotógrafas estrechamente vinculados a la ciudad de Tarragona.
La muestra recoge la memoria gráfica del que ha sido el periodo de confinamiento para los tarraconenses a través de la mirada de cada uno de los autores. La exposición se podrá visitar hasta el 8 de noviembre en el Tinglado 1 del muelle de Costa del puerto de Tarragona.
El presidente del puerto ha recordado que “hace 6 meses, un 13 de marzo se cerraban escuelas y se anunciaba un estado de Alarma, y este confinamiento abría el periodo de mayor incertidumbre de nuestras generaciones”. Y ha agradecido el trabajo de los fotógrafos y fotógrafas puesto que han conseguido hacer realidad el encargo de “transformar los sentimientos y las emociones en imágenes tangibles” sobre la experiencia de “toda una sociedad puesta a prueba, como hacía décadas que no pasaba”.
El acto de inauguración ha sido conducido por Montse Adan que ha celebrado haber podido montar esta muestra a pesar del confinamiento y las restricciones que han supuesto las medidas de prevención y de higiene para el funcionamiento del muelle de Costa que ha tenido que reinventar muchas actividades para mantener su propuesta culturales y de ocio. En su intervención, Pep Escoda, coordinador y asesor de la exposición y 21 veces premiado con el premio Nacional Lux de fotografía profesional, ha aprovechado para felicitar personalmente todos los fotógrafos muchos de los protagonistas.
Un ciprés en recuerdo
A la inauguración también ha asistido la mayoría de los 11 fotógrafos que exponen: Alba Rodríguez, Cristina Serra, Montse Riera, David Oliete, Fabián Acidres, Laia Solanellas, Adrià Borràs, Àngel Ullate, Rubén Perdomo y Gerard Boyer. Ellos han sido los protagonistas, junto con Josep Mª Cruset, del acto más simbólico del arranque de la exposición, con la plantada de un ciprés de 5 metros de altura ante el Tinglado 1, para rendir un homenaje a las personas que han estado más golpeadas por la pandemia y para dejar un recuerdo de los hechos excepcionales que ha vivido la ciudad de Tarragona y todo el país, en motivo de la pandemia del Covid-19. Una placa acompaña el árbol con este texto “Por grandes que sean las inclemencias, las raíces muy clavadas en nuestra tierra siempre encuentran la fuerza para superarlas y elevarse con firmeza”.