Stella Maris, el Apostolado de Mar Internacional, acaba de cumplir cien años de historia. El centro Stella Maris Barcelona, que cuenta con el apoyo del puerto, es el ente encargado de dar asistencia a las tripulaciones de los buques que amarran en el recinto.
El 4 de octubre del 1920, en la ciudad de Glasgow (Escocia), un pequeño grupo de personas, encabezadas por el reverendo Peter Anson, Arthur Gannon y Daniel Shields, “provenientes del mundo cristiano y conocedores de las necesidades de todo tipo que sufrían la gente del mar”, fundaron el llamado Apostolado del Mar con el objetivo de “promover el desarrollo espiritual, moral y social de los marineros”.
Este primer centro de ayuda y protección de los marineros experimentó una rápida expansión y, en 1927, el puerto de Barcelona creó su Apostolado del Mar, el primero de estos centros abierto en España. Durante su primer siglo de vida, la red de centros, que pronto fueron conocidos como Stella Maris, ha ido creciente y hoy está presente en 300 puertos de todo el mundo, realizando 70.000 visitas a buques y asistiendo a más de un millón de marineros cada año.
Adaptarse a las necesidades de los marineros
El mundo marítimo ha cambiado durante estos últimos 100 años y Stella Maris se ha transformado con él, adoptando soluciones tecnológicas y de servicio que se adapten en cada momento a las necesidades personales, sociales, laborales y espirituales de los marineros y sus familias. Precisamente la pandemia generada por la Covid-19 ha afectado especialmente en el mundo marítimo. Las situaciones de cierre de fronteras, cuarentenas, etc. ha provocado una crisis inédita en este sector y, según cifras del Foro Económico Mundial, se calcula que más de 300.000 marineros han quedado retenidos a bordo de buques de toda clase.
En este sentido, Stella Maris Internacional ha reclamado que los gobiernos y las organizaciones responsables trabajen para solucionar esta situación, aplicando los protocolos aprobados por la Organización Marítima Internacional (OMI), y se permita, en consecuencia, realizar una rotación segura de las tripulaciones.
Del mismo modo que los otros centros Stella Maris operativos, las instalaciones y servicios en Barcelona se vieron afectados por el estado de Alarma y las diferentes restricciones vigentes, a pesar de que mantuvieran su actividad a través de los canales telemáticos y las redes sociales.
Actualmente la residencia funciona normalmente y se realizan visitas diarias a los buques, a pesar de hacerlo con muchas limitaciones dado que la mayor parte de los capitanes no autorizan a las tripulaciones bajar a tierra por el peligro de contagio.
Nuevo logotipo
Muy recientemente el Apostolado de Mar ha adoptado oficialmente el nombre de Stella Maris y ha renovado su logotipo. El ancla es el símbolo de la esperanza, el salvavidas representa la fe, el coro es la caridad, los rayos son la luz de Cristo y las olas del mar recuerdan que hay que cuidar del mar como un bien común.
Stella Maris Barcelona
Stella Maris Barcelona cuenta actualmente con 36 voluntarios que trabajan de manera altruista en este centro que, entre otros servicios, aloja y acoge a los marineros cuando están en tierra, proporcionándolos información de utilidad (tarjetas de teléfono, planos de la ciudad y del puerto, información consular, etc.).
También se realizan visitas a bordo –donde se interesan por las necesidades de la gente del mar- y el servicio de transporte de marineros por la ciudad (4.546 durante el 2019). Destaca también el servicio de asesoramiento jurídico que ofrece a través del Centro de los Derechos del Marino, para dar respuesta ágil y práctica a las situaciones conflictivas en las cuales se pueden encontrar los marineros que escalan en Barcelona.
Fruto de esta tarea, Stella Maris Barcelona recibió el premio Seafarers Center of the Year 2016 de la International Seafarers’ Welfare and Assistance Network (ISWAN), el máximo galardón que se otorga en un centro dedicado a los marinos.