Lo que era un proyecto, se ha convertido en una realidad. Novatek, la empresa de capital ruso y de otros países (la francesa Total, entre ellos), ha firmado un acuerdo con Sovcomflot, la mayor empresa naviera de la Federación Rusa, para construir 14 o 15 buques gaseros para transportar GNL desde los yacimientos de Yamal (ver NAUCHER, “El Ártico irreversiblemente colonizado) hacia destinos en extremo Oriente: China, Japón, India… durante todo el año.
Estos buques que serán de la clase llamada Arc7, serán de la generación siguiente al CHRISTOPHE DE MARGERIE (97.000 mtons dwcc) capaces para navegar desde las aguas árticas de la península de Yamal hacia Extremo Oriente en todo tiempo a través de la llamada Northern Sea Route.
Los buques se construirán en los astilleros Zvezda de Vladivostok donde, hace unos días, ha estado el Primer Ministro indio, Sr. Modi, posiblemente con la intención de reafirmar el suministro de GNL para su país en condiciones más favorables que las tormentosas que se esperan del área del Golfo Pérsico-Arábigo.
La cuestión final es el devenir de las aguas del anteriormente llamado océano Glacial Ártico, hoy lo de “glacial” queda casi como un anacronismo. Entre buques gaseros como indicamos, portacontenedores que en tiempo de primavera-verano-otoño tratarán de acortar tiempos, y cruceros –no lo olvidemos-, nos van a poner el Ártico casi como el Mediterráneo.
Y mientras, Greta Thunberg sigue en Nueva York. ¡Millones de Gretas y Gretos Thunberg hacen falta en este mundo! El declive del Ártico parece inevitable; pero es que después… ¡vendrá el de Antártico!