Isabelle Ryckbost, secretaria general de la ESPO agradeció la declaración de La Valleta, considerándola el “primer hito del año marítimo. Esperamos que los temas tratados” declaró “refuercen el apoyo a los puertos europeos modernos, sostenibles y bien conectados, que allanarán el camino de la eficiencia del comercio marítimo».
A grandes rasgos, la declaración de la ESPO reitera la importancia de unas buenas conexiones entre los puertos, así como la ejecución de ciertas modernizaciones, y más en un momento en que los enclaves europeos se enfrentan a ciertos retos que tienen un impacto directo en sus requisitos de infraestructuras y necesidades de inversiones.
En esta línea, la ESPO hace un llamamiento a responsables políticos tanto europeos como nacionales, para tener en consideración a los puertos como activos estratégicos.
Simplificación administrativa
Con el fin de facilitar el comercio marítimo, la organización europea de puertos aboga por la simplificación administrativa y la eliminación de obstáculos aduaneros para mercancías entre enclaves de la Unión Europea.
En este sentido, sus medidas a tomar deberían centrarse en la simplificación (reducción de trámites) y la armonización (obtener los mismos datos de la misma manera), sin olvidar una herramienta clave para ello; las nuevas tecnologías y la digitalización, que, al fin y al cabo, el buen uso de las mismas podrían dar solución a ello al desarrollar un entorno de ventanilla única.
Por otro lado, los miembros de la ESPO también expresaron su opinión respecto al impacto del libre flujo de mercancías y a la logística just in time, haciendo notar la importancia de evitar cualquier barrera de la manera más eficiente.
Descarbonización en los puertos marítimos
En cuanto al terreno medioambiental, la ESPO cree firmemente que la OMI sería, con diferencia, el lugar de debate óptimo para introducir los objetivos de reducción de emisiones de CO2 procedentes del transporte marítimo, de acuerdo con el acuerdo de París. La organización europea considera 2023 como un hito, un período en el que la OMI tiene tiempo más que suficiente para acordar las medidas a cumplir.
A su vez, como nodos de energía y cada vez más importantes clústeres de economía azul, los puertos europeos están desarrollando una estrategia de consumo de bajo carbono.
Por último, algunos adaptarán sus infraestructuras portuarias para mermar los efectos del calentamiento a la vez que se anota una mejora en la cantidad de residuos y desechos provenientes de los buques.