El casco de la plataforma será ahora montado en el dique seco, antes de ensamblar la torreta y las superestructuras, en una operativa que se desarrollará en los astilleros de Samsung Heavy Industries ubicados en Geoje (Corea del Sur).
Según Rob Kretzers, vicepresidente ejecutivo de proyectos de Shell, la puesta de la quilla «significa un hito clave en la historia de PRELUDE». Para Kretzers «las ideas innovadoras y el uso de tecnología punta, así como el trabajo de los responsables de Shell y de nuestros socios, nos ha ayudado a llegar a este punto de la construcción. El tamaño y la escala del PRELUDE no tiene precedentes y ya tengo ganas de ver como esta enorme estructura acaba de tomar forma».
El FLNG permitirá a Shell producir gas natural en el mar, convertirlo en gas natural licuado y luego transferirlo directamente a los barcos para transportarlo al cliente final. En este sentido, con la nueva plataforma se abrirán nuevas oportunidades para aquellos países que buscan desarrollar sus recursos de gas.
Los grandes bloques de acero que formarán el casco se están fabricando en serie en Corea, donde ya se ha completado la construcción de unas 1.600 unidades. Por su parte, el sistema de amarre de la torreta, de 93 metros de altura, se encuentra en fase de construcción en Dubai y será transportado a Geoje en cinco partes. La torreta se ejecutará verticalmente a través de un extremo de la instalación y será anclada al fondo del mar por cuatro grupos de líneas de amarre. Esto le permitirá girar con mayor facilidad y en dependencia de la dirección del viento.
Una vez completa, la plataforma, de 600.000 toneladas y 488 metros de eslora, se amarrará y conectará a la infraestructura submarina ubicada a unos 475 kilómetros al Noreste de Broome, en la costa occidental de Australia.
A pesar de sus extraordinarias dimensiones, la instalación es sólo una cuarta parte del tamaño de una planta equivalente en tierra. La tecnología de Shell se ha adaptado para este FLNG, y los componentes se apilan verticalmente para ahorrar espacio. A modo de ejemplo, la planta de refrigeración se coloca encima de los grandes tanques de almacenamiento (con capacidad equivalente a unas 175 piscinas olímpicas). Además, tubos especialmente diseñados sacarán 50 millones de litros de agua fría del océano cada hora para ayudar a enfriar el gas natural.
En este sentido, la experiencia adquirida en el proyecto PRELUDE ayudará a desarrollar futuras instalaciones flotantes de similares características.