En la segunda jornada del juicio del Prestige el fiscal de Medio Ambiente de Galicia, Alvaro García Ortiz, ha rechazado la suspensión del juicio solicitada por la defensa del capitán Mangouras, el abogado José María Rúiz Soroa.
Obviando el punto central de la alegación de Ruiz Soroa, las pruebas decisivas obtenidas al margen del proceso y ocultadas a las partes, el fiscal ha argumentado que la armadora “no está porque no quiere” y que su ausencia obedece a un intento de «evitar ser enjuiciada por los tribunales españoles«, señalando además que si se tratara de un proceso civil y no penal sería declarada «en rebeldía”.
El abogado de la plataforma ciudadana Nunca Máis, Pedro Trepat, había solicitado en la primera sesión del juicio la nulidad de la prueba pericial referente al estado estructural del Prestige, practicada por el ingeniero naval Santiago Martín Criado, recientemente fallecido, por presentar severas trazas de contaminación procesal. Cabe recordar que este perito participó en las reuniones del Centro de Coordinación de Operaciones (CECOP) avalando a posteriori el alejamiento del petrolero, información que el perito ocultó al juzgado cuando le fue encargada la prueba y que le incapacitaba para ejercer como perito. El mismo argumento utilizó el abogado de Mare Shipping, propietaria del barco, que criticó una pericial que, en su opinión, «se lo puso al Estado en bandeja para poder crucificar al capitán”. Como cabía esperar, tanto la Abogacía del Estado como la Fiscalía salieron a defender el honor del señor Martín Criado sin entrar en el fondo de la cuestión planteada, la parcialidad perfectamente conocida del perito.
En la primera jornada volvieron a oirse las voces de más de 300 personas, convocadas por la plataforma ciudadana Nunca Máis, que se concentraron delante del edificio donde se celebra el juicio responsabilizando a los responsables políticos de entonces, Mariano Rajoy, Aznar, Álvarez Cascos y otros, de la tragedia medioambiental que asoló las costas gallegas. Algunos políticos estaban presentes en la concentración, entre ellos, el diputado Llamazares, o el candidato a presidente a la Xunta de Galicia por el Bloque Nacionalista Gallego (BNG), Francisco Jorquera, que también declararon que en el banquillo de los acusados faltan los responsables que gestionaron la crisis, entre otros, el entonces ministro de Fomento, Álvarez Cascos.
En la concentración también estaba el escritor Manuel Rivas que declaró a la prensa que “en este juicio hay banquillos vacíos y lo que debía ser un proceso ejemplar que por desgracia se va a quedar en una frustración que no está a la altura de la reacción cívica, solidaria, ejemplar, que fue lo más importante”.
El polifacético artista, Xurxo Souto, portavoz de Nunca Máis leyó un comunicado exigiendo a las autoridades que dispongan de soluciones que aborden la desprotección del litoral gallego. También responsabilizó al gobierno de José María Aznar de la tragedia medioambiental por negarse a refugiar el petrolero en un puerto y pasearlo por el Atlántico con su casco escupiendo un reguero de fuel.
El juicio se reanudará de nuevo el 13 de noviembre, fecha en la que se cumplen diez años del accidente convertido en tragedia, cuando deberá declarar el capitán Apostolos Mangouras.