Para estas y otras muchas preguntas ha intentado encontrar respuesta el reciente Salón del embalaje de París, al que han asistido las principales empresas del sector y expertos de más de cien países. Mi impresión de la visita al Salón se resume eb dos palabras: pragmatismo y optimismo.
El Salón, que celebró su cuarenta edición desde la primera en 1947, creó este año un Observatorio del Embalaje que presentó un amplio estudio basado en una encuesta a las empresas y profesionales del sector, 672 respuestas de compradores de embalaje, 253 de fabricantes y 90 distribuidores de equipo.
Las conclusiones del estudio ponen de relieve que los compradores creen que la reducción de costes es el principal factor de innovación del embalaje, por encima de las normas y el reciclaje de materiales. Los encuestados cifran el desarrollo sostenible del sector en la utilización de nuevos materiales y las innovaciones tecnológicas.
Como es costumbre en todas las iniciativas francesas, el Salón del Embalaje de Paris 2012, organizó una serie de actividades formativas, con importantes premios para las mejores iniciativas en diseño y para las innovaciones ganadoras del concurso “I love pack since 1947”