Lo hemos comentado en más de una ocasión, pero es un placer escuchar al presidente actual del Organismo Público Puertos del Estado. Esta mañana, en el SIL, en el transcurso del cóctel del puerto de Tarragona (en este enlace), Álvaro Rodríguez Dapena ha tenido la amabilidad de hacer un “aparte” con unos pocos medios para dar su punto de vista sobre cómo está actualmente el segmento marítimo y portuario.

Esta misma mañana se conocía que las autoridades sanitarias chinas han dado el permiso al puerto de Shanghai para reanudar su actividad de forma normalizada, tras varias semanas de parón por un repunte de la pandemia en la capital económica del país. El colapso para las salidas en el puerto chino puede conllevar una sobrecapacidad en sus escalas en Europa, para lo cual, la máxima autoridad de OPPE, ve a los recintos españoles preparados. No obstante, “una ola, a partir de dentro de dos semanas va a haber, pero no va a ser tan fuerte, posiblemente, a las que sufrimos en la postpandemia”. Dapena ha recordado que “el contenedor se apoya en la regularidad y nos van a llegar más barcos, a partir de 20.000 TEUs, a los puertos principales sin la regularidad con la que acostumbran”.
En todo caso, “cierto es que, en los puertos españoles, a diferencia de lo que ocurre en otras latitudes como los puertos de la costa Oeste de Estados Unidos y también el mundo hanseático y en el Atlántico Norte, tenemos una capacidad infraestructuralmente suficiente como para que no tengamos problemas de cuello de botella en cuanto a capacidad de los recintos”. Sí ha reconocido que “hay algún cuello de botella puntual –en Valencia, por ejemplo- en cuanto a la capacidad de transporte terrestre, como es bien conocido por todos, y eso hace que puede haber pequeñas afectaciones”. En cualquier caso, “el tiempo máximo de permanencia de un contenedor de import-export, en lo peor de la anterior ola, fue de diez a doce días en Valencia y estas cifras están muy alejadas de lo que ocurría, por ejemplo, en Long Beach que, como sabéis, eran dos meses de espera; o en Amberes, donde también hubo una congestión importante”.
En este momento “estamos todos pendientes, y las navieras están hablando entre ellas para tratar de laminar la ola, reasignando buques, jugando con la velocidad y las escalas en las rutas Asia-Europa para que la situación vivida no vuelva a ocurrir. Todos aprendemos y se irá suavizando hasta que vuelva la regularidad que es lo que nos hace funcionar muy bien”.
Cambio de paradigma hacia lo estructural
En cuanto a la coordinación de la esperada llegada masiva de envíos procedentes de china, en el ministerio están en permanente contacto desde OPPE con la dirección de transporte terrestre y con el sector ferroviario “y les estamos diciendo que se preparen y organicen su planificación para acoger esta nueva ola”.
Igualmente, Rodríguez Dapena reconoce también que es “complicado” apostar sobre cómo va a ser el devenir en los próximos meses del transporte marítimo ya que “la normalidad no quiere decir que no haya pautas de cambio permanente hacia lo estructural. Una cierta mejora de la producción de proximidad cerca de los grandes mercados es muy posible que se produzca y por supuesto del comercio electrónico. La economía 4.0 debe proveer de sistemas para optimizar la optimización de surcos”.

“También se debe tener en cuenta cómo está afectando la restructuración energética que está perturbando de manera significativa al sector marítimo porque hay una regulación europea que va a toda velocidad, en lo que se refiere al Fit for 55, que va a apretar mucho. Con lo cual, va a haber una regularidad; pero dentro de parámetros de corte estructural. Ahora nos encontramos con un cambio muy coyuntural, y esperemos que geopolíticamente volvamos a estar estables y, a partir de ahí, toca ese cambio de mentalidad”.
Afectación a los tráficos por el conflicto en Ucrania
Hasta antes de que estallara el conflicto militar de Ucrania, parecía que los tráficos en los puertos españoles habrían finalizado el año en cifras históricas y superando a las de la prepandemia. Ahora, según el presidente de Puertos del Estado, “el resultado es incierto. No obstante si cogemos los últimos doce meses, en el acumulado del año, hemos empatado con las cifras de 2019, con el problema que nos encontramos que el tránsito ha parado, ya que Tanger Med está acogiendo mucho. Pero sin embargo el import-export está muy activo porque las salidas de las crisis, tanto en la del 2008-2009 como en ésta, han estado muy apuntaladas en las exportaciones, y aprovechamos nuestras exportaciones teniendo en cuenta que continuamos siendo el primer país de Europa en conectividad marítima de contenedores”.
Para Dapena, “esto nos da una oportunidad, no sólo ya a las multinacionales, sino para que nuestras pymes puedan colocar un producto en cualquier lugar del mundo –trabajándose el tema mucho ya que la internacionalización es muy complicada-. Y estamos notando que hay un repunte; por eso somos optimistas. Sin embargo, no con crecimientos del 6% o el 7% anual, que sólo se van a dar en el Estrecho entre la carga rodada entre el Norte de Marruecos y Algeciras”.
Un problema en los tránsitos

Respecto al auge de Tanger Med en comparación con los puertos españoles tradicionalmente de mayor movimiento de tránsito, como puedan ser Algeciras o también Valencia, el presidente de OPPE ha señalado que “no hay preocupación porque el puerto de Tánger ya está moviendo más tránsito que cualquiera de nuestros puertos. Pero, tras crecimientos sobre el 4% de los últimos 8 años ya se está llegando al límite de su capacidad en las instalaciones actuales”.
Un SIL 2022 de reencuentro
Respecto del SIL, pese a ser su primera edición en el cargo de OPPE, sí ha recordado que “la primera jornada que se hizo en la primera edición del SIL –cuando aún no existía el evento ferial- la organicé yo desde Puertos del Estado. Había un congreso y se realizaba una sesión de puertos, que se mantuvo durante bastante tiempo, y me tocó a mí”, ha explicado. En todo caso, en esta 22ª edición “el SIL está canalizando ganas de vernos todos, con una afluencia muy importante tanto del sector público como de empresas privadas que acuden a hacer negocio logístico, que es una clave muy importante”.