Con un crecimiento del 11% en relación al primer semestre de 2021, el puerto de Barcelona ha batido entre enero y junio de este año su récord de tráficos durante este periodo, alcanzando los 36,3 millones de toneladas. Asimismo, en el mismo periodo, se ha logrado una cifra inédita en el movimiento de contenedores, que superan los 1,8 millones de TEU. Estos datos constatan la reactivación de la infraestructura catalana, que recupera en casi todos los ámbitos las cifras prepandémicas. Así lo han manifestado hoy en la rueda de prensa de presentación de los resultados del primer semestre (que se pueden consultar con detalle aquí), el presidente del puerto de Barcelona, Damià Calvet, y su director general, José Alberto Carbonell. La buena salud del puerto ha sido posible gracias al crecimiento experimentado en todos los sectores excepto el de los vehículos, que todavía cae un 13%, aunque muestra síntomas de haber alcanzado un punto de inflexión.
El incremento de los tráficos se ha sustentado en los graneles sólidos, que han aumentado un 3,2%, pero sobre todo en los líquidos, con un alza del 42,8%, impulsada por un 83% más de importaciones de Gas Natural Licuado (GNL), especialmente de EEUU, beneficiándose así el puerto de Barcelona del cierre del gasoducto de Argelia por los problemas políticos entre el gobierno español y el del país africano. Con estas cifras, Damià Calvet ha valorado como “muy positivos los datos gracias al buen trabajo de los terminalistas y de toda la comunidad portuaria”. Este buen momento del puerto, según su presidente, se ha culminado con la decisión de Tesla de hace un mes de utilizar Barcelona como puerto base para distribuir sus coches al área sur de Europa y del papel activo de la infraestructura en la celebración de la Copa América de Vela en 2024.
Por su parte, José Alberto Carbonell ha destacado el incremento del 11% de las importaciones, cimentado en las llegadas de GNL y de otros combustibles, y la bajada del 6% de las exportaciones. En este último caso, el descenso se ha producido por el veto a la venta de carne de porcino a China por los brotes de peste porcina, siendo los mercados alternativos insuficientes para compensar el volumen exportado anteriormente, y un fenómeno coyuntural, como la mala cosecha de alfalfa, que ha impedido enviarla al exterior en grandes cantidades.
Los números negativos del automóvil
“Las malas cifras del sector del automóvil ya se están dando desde el año 2017”. Con esta afirmación, Carbonell ha querido explicar que los datos de tráficos de vehículos están notando el proceso de electrificación del sector y los cambios en la movilidad. Aun así, ha precisado que “en los últimos meses, hemos detectado un impulso de nuevos tráficos de vehículos eléctricos procedentes de China y EEUU y una cierta recuperación de las exportaciones después de que Seat haya levantado su ERTE tras una normalización en la recepción de componentes para la cadena de suministro del automóvil”.

Además de presentar los resultados de los tráficos, Calvet ha repasado los proyectos e inversiones acometidas durante el primer semestre de este año. Entre estas, ha señalado la electrificación del Muelle Adosado, prevista para 2026, y que “nos permitirá contar con una industria de los cruceros sostenible”. La acción favorecerá la eliminación de 62.000 toneladas de CO2, lo que supone una rebaja del 38% de las emisiones. En el caso de la mejora de los accesos ferroviarios al puerto, Calvet ha recordado que el protocolo firmado a finales de 2020, en el que participaron el Ministerio de Transportes, la Generalitat de Catalunya y el Ayuntamiento de Barcelona, ha permitido que se liciten las obras del Nuevo Llobregat, en las que se invertirán 21 millones de euros con un plazo previsto de finalización de 24 meses. Entre las medidas implantadas en lo que Calvet ha denominado un puerto más verde, también se encuentra la creación de siete islas climáticas en el espacio público para combatir los efectos del cambio climático.
En el capítulo del puerto más humano, el presidente ha recordado la apuesta por la formación a través del Instituto de Logística, que se ubicará en el edificio del World Trade Center, y que iniciará las clases el próximo curso académico y la nueva lonja de pescadores, adjudicada a Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) por 9,6 millones de euros, que “nos permitirá una apertura a la ciudadanía y acoger la primera comunidad energética del puerto”.
El debate abierto sobre los cruceros
Entre enero y junio de este año, han pasado por el puerto de Barcelona un total de 670.000 cruceristas, un indicador que todavía se encuentra un 45% por debajo de los registros de 2019, el año previo a la pandemia. Para Calvet, “se trata de una cifra preocupante y tenemos que trabajar para mejorarla”. En el debate abierto sobre la posible limitación de la llegada de cruceros, propuesta por el gobierno municipal de Barcelona, encabezado por Ada Colau, el presidente del puerto de Barcelona, Damià Calvet, ha incorporado un matiz lingüístico, que va más allá desde el punto de vista conceptual. “Nosotros preferimos hablar de regular la actividad de los cruceros, como siempre hemos estado haciendo, y rechazamos las acusaciones de que se ha permitido la barra libre”.
Calvet ha aludido al acuerdo que se fraguó con el Ayuntamiento de Barcelona en enero de 2018, por el que el puerto se comprometía a limitar a un máximo de siete terminales las que operaban con cruceros, además de ubicarlas en el Muelle Adosado. En este sentido, el presidente del puerto ha rogado, en una petición velada al Ayuntamiento de Barcelona, “que nos dejen trabajar” y ha apelado al compromiso de la infraestructura con la electrificación de los muelles, el cumplimiento del acuerdo de hace cuatro años y “por nuestro modelo de regulación, que se ha comprobado que es válido”. En esta línea, ha añadido que “nuestro compromiso con la calidad de un colectivo que supone el 4% de los turistas que llegan a Barcelona es total y tenemos claro que limitar la infraestructura es la única solución para lograrlo”. Calvet ha matizado que en la reunión de la Mesa de Cruceros, celebrada esta semana con el Ayuntamiento de Barcelona, de carácter más política que la de la hace unos días, se ha solicitado una actualización de los datos sobre el impacto de los cruceros en las emisiones a la ciudad y una revisión del cumplimiento del acuerdo de 2018.
Hoja de ruta sostenible
A mitad del ejercicio, el director general del puerto de Barcelona, José Alberto Carbonell, ha avanzado las buenas cifras económicas de la entidad. En el primer semestre, los ingresos han crecido un 18%, mientras que el resultado de explotación lo ha hecho un 83%. En total, los beneficios después de impuestos han sido de 29 millones de euros entre enero y junio.
Pese a la incertidumbre sobre la evolución económica y los vaticinios de la presidenta del Banco Central Europeo (VCE), Christine Lagarde, de “nubes en el horizonte”, el puerto de Barcelona ha reafirmado su voluntad de mantener sus inversiones medioambientales aunque existan ciertas tensiones energéticas. “La situación mundial hace que debamos acelerar aún más nuestros esfuerzos por la transición energética”, ha indicado Calvet. En un contexto de una aplicación inmediata de las Emissions Trading System (ETS), la inclusión del transporte marítimo en el mercado de los derechos de CO2, el presidente del puerto de Barcelona ha asegurado que “el puerto está preparado”, de momento a través de la transición a través del GNL, y posteriormente mediante la investigación en los usos de los combustibles del futuro, como el hidrógeno, el metanol, el amoniaco o el bioGNL.