Rodríguez Valero pronunció un curioso discurso en su toma de posesión. Fue con la lección aprendida, cosa inusual, y más que un nuevo presidente de Autoridad Portuaria parecía un experto gestor de puertos exponiendo un meditado plan de futuro: medidas para aumentar los tráficos del puerto de Ceuta; planes para desarrollar un puerto capaz de acoger megayates y gestionar sus necesidades; proyectos para convertir el puerto ceutí en un adelantado en el suministro de nuevos combustibles, particularmente LNG. Sin olvidar, claro está, hablar de diálogo, puertas abiertas y transparencia, con los trabajadores de la AP, con todos los sectores que componen el campo de los servicios portuarios, y en general con los miembros de la comunidad portuaria y del gobierno de la ciudad autonóma.
Para José Llorca, como exigen los cánones de la diplomacia y la cortesía, palabras de afecto y agradecimiento. En román paladino: pelillos a la mar. Una exquisita toma de posesión.