El VIKING SEA permaneció atracado en el puerto de Tarragona durante todo el domingo, de forma que los cruceristas dispusieron de todo el día para visitar la ciudad y su entorno de manera libre, o bien mediante el autobús que estuvo a su disposición a pie de muelle y que los transportó desde la terminal hasta la ciudad. El barco zarpó desde el puerto de Tarragona la madrugada del mismo domingo.
El VIKING SEA es un crucero de lujo propiedad de la compañía Viking Cruises, con capacidad para 930 pasajeros a bordo. De reciente construcción, el buque tiene 228 metros de eslora, 28,20 de manga y 6,30 de calado máximo.
Tras casi cuatro años de estrategia y trabajo para captar cruceros, el puerto de Tarragona se ha ido consolidando como destino de escala de cruceros en el Mediterráneo, logrando este fin de semana convertirse en puerto de inicio y de destino del recorrido del VIKING SEA por el Mediterráneo.
El puerto de Tarragona aspira a posicionarse como puerto base crucerístico, ya que este estatus genera una logística diferente y una actividad económica positiva para la zona, tratándose de un modelo de negocio muy diferente -y mucho más interesante- que el de puerto de escala.