Veamos algunos aspectos concretos sobre los que descansa la preocupación del mundo marítimo:
– El origen multicultural y plurinacional de las tripulaciones, con mayor incidencia en los buques de banderas de conveniencia, o en las segundas banderas de los países de la UE. Ello debido al escaso interés de los nacionales de los países desarrollados, y desde luego de los europeos occidentales, en desarrollar una carrera profesional en la mar. La vida no es fácil, el entorno es duro, y las condiciones de vida no son las mas idóneas. Ello conduce al hecho cierto hoy de que las tripulaciones de los buques mercantes se componen mayoritariamente de personas originarias de países subdesarrollados o en vías de desarrollo. ¿Problema? La lengua y la cultura social. La plurinacionalidad exige el uso del inglés como lingua franca para la mar y por consiguiente un buen conocimiento de la misma para poder cumplir las instrucciones de los prácticos, capitanes y/o oficiales por parte de las tripulaciones subalternas. Y no digamos ya de los oficiales y de sus conocimientos imprescindibles del idioma inglés.
– La formación de las tripulaciones subalternas, y no solo las de cubierta si no, y sobre todo, de los departamentos de cocina, hostelería y atención al pasaje en los buques de crucero en materias de salvamento, supervivencia en la mar y lucha contraincendios. Formación, cuya deficiencia se ha puesto de manifiesto en algunos accidentes recientes.
– El conocimiento adecuado y la práctica correcta de la oficialidad en los sistemas ECDIS (Electronic Chart Display and Information System) que serán obligatorios para los petroleros en Julio de 2015, para los bulkcarriers en julio de 2016 y así en adelante, exigen planes de formacion por parte de los armadores para sus oficiales y para los diferentes tipos de buques que vayan a tripular.
La cuestión esta en que los sistemas ECDIS que integran la carta de navegar electrónica (Electronic Navigation Chart) y otros sistemas como son la posición de la proa del buque, velocidad a través del agua, sistemas de referencia y que pueden interactuar con otros como el radar o el AIS, no se gestionan adecuadamente de hoy para mañana, y que un oficial que viene de navegar en un buque bulkcarrier de 30.000 DWT y pasa a un portacontenedores de 10.000 TEU se va a encontrar con un comportamiento del buque diferente y la necesidad de manejarse correctamente con los sistemas ECDIS del nuevo buque entre otras cosas.
Los armadores, por otra parte, obligados por los costes, presionan sobre las horas de trabajo de oficiales y tripulación, sobre todo en rutas cortas con muchas entradas y salidas de puerto, disminuyendo los niveles de horas de descanso a los estándares mínimos requeridos por las normas del convenio STWC (Standard of Training Certification and Watchkeeping), propiciando la nuevos y mayores riesgos de accidente.
Si unimos las deficiencias en la formación estándar mínima, los escasos conocimientos de la lengua inglesa, las carencias en la formación especifica sobre métodos operacionales del buque y las lagunas en la formación en seguridad, supervivencia y lucha contraincendios, la ecuación que resulta es muy arriesgada y difícilmente asumible.
Las conclusiones parecen claras:
- Mas formación en seguridad, supervivencia en la mar y lucha contraincendios para toda la tripulación.
- Homegeneizar lugares de origen si es posible.
- Formación intensiva en lengua inglesa.
- Formación a los oficiales en e-navegación.
- Alumnos en los buque que vayan adquiriendo práctica y experiencia, una sana costumbre que se está perdiendo.
- Y, de acuerdo con las nuevas normas y proyectos de la UE, disminuir la burocracia y el papeleo en los buques, que ocupa muchas horas a los capitanes y oficiales. Implantación de la cultura de E-documents tal y como contemplan los proyectos europeos AnNa, Maritime Single Window y Monalisa 2.0, que es de esperar que faciliten en gran medida una gestión de la seguridad más efectiva.