La inversión se prevé que se realice a través de la fórmula de concesión privada, por lo que las empresas que se postulen deberán asumir cerca del 80% del coste total de las diferentes obras.
El ministro de Economía y el Empleo del Gobierno luso, Álvaro Santos Pereira, explicó que la creación de la nueva terminal de contenedores en Trafaria (localidad ubicada en la desembocadura del río Tajo y a tan sólo 15 kilómetros de Lisboa) «tiene como objetivo poner a Portugal en el centro del comercio internacional» y también incluye «la creación de la accesibilidad a través del modo ferroviario y los flujos de mercancías por carretera».
Según Santos Pereira, la nueva instalación de contenedores tendrá una inversión privada de 584 millones de euros y destacó que «será una de los terminales más modernas del mundo». Para el ministro, «Lisboa lo hará con unas condiciones de operación únicas para recibir a la última generación de portacontenedores, con los mejores estándares internacionales». El responsable gubernamental anunció que el concurso de la terminal será este mismo año, y ya ha habido contactos con las primeras compañías interesadas.
Por otro lado, para la construcción y concesión de la terminal de cruceros, el ministro dijo que espera que el lanzamiento de la licitación pública se realice el próximo mes de abril. El objetivo fundamental pasa por aumentar el número de escalas y pasajeros que visitan Lisboa. En este sentido, se prevé «la construcción de una nueva estación de pasajeros en la zona de Santa Apolonia, con acceso directo a los lugares más turísticos de la capital». La obra implicará una inversión privada de 20 millones de euros.
En cuanto a la creación del nuevo puerto deportivo, según Santos Pereira «incluye la remodelación de los muelles de Pedrouços -donde se ubicaron los barcos participantes en la edición de la Volvo Ocean Race del pasado año- y del Bom Sucesso» La nueva infraestructura estará preparada para «llevar a cabo grandes eventos náuticos internacionales, con una inversión que ascenderá a 167 millones de euros por parte de la empresa concesionaria».
Con este proyecto, el Gobierno portugués pretende crear 540 nuevos empleos directos y cerca de 8.000 indirectos, estimular nuevos negocios en el ámbito del comercio internacional, la atracción de inversión privada nacional e internacional, y dar un nuevo impulso a la región, a partir de la creación de nuevos espacios que ofrezcan beneficios directos a las empresas públicas y privadas.