La empresa pública Ports de la Generalitat ha llevado a cabo las obras de la lonja de pescado del puerto fluvial de Deltebre para que los pescadores puedan realizar la comercialización del pescado dentro de las instalaciones portuarias, mejorando la calidad, la trazabilidad del producto, cumpliendo la normativa sanitaria vigente de las lonjas en cerramientos, revestimientos, pavimentos y redes de servicios.
Éste ha sido un edificio muy demandado por el sector pesquero que permitirá realizar la subasta del pescado, su manipulación y su distribución dentro del mismo recinto portuario. El objetivo de este edificio es dar mejor servicio a los pescadores ya la flota actual de 24 embarcaciones de artes menores que trabajan en el puerto. La construcción del edificio ha supuesto una inversión de cerca de 1 millón de euros.
El secretario de Movilidad y Logística y presidente de Ports de la Generalitat, Isidre Gavín, acompañado del alcalde de Deltebre, Lluís Soler, el director general de Ports de la Generalitat, Pere Vila, y el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Deltebre, Lluís Àngel Casanova, han visitado esta semana las obras realizadas en el palco del puerto de Deltebre.
Gavín ha remarcado que la de Deltebre es «una lonja moderna y adecuada para facilitar el trabajo a los pescadores, funcionando con energías renovables para ayudar al medio ambiente ya la economía del sector pesquero ebrense». El secretario ha puesto de relieve la voluntad del Govern de que «los puertos sean auténticos motores económicos y dinamizadores del territorio». «El palco será un atractivo turístico desde donde se promoverá el pescado de proximidad», ha añadido. Gavín ha explicado que «ahora, debemos iniciar los trámites para la concesión administrativa del edificio».
El palco
El edificio tiene tres zonas diferenciadas con un espacio para la recepción del pescado, una sala de subastas con gradas y asientos para los compradores, una sala de manipulación de pescado y un espacio para la distribución de los productos pesqueros. Asimismo, se han creado espacios anexos para albergar la cámara frigorífica y el almacén de cajas. Además, se construyó un tercer espacio destinado a usos administrativos.
Las obras también han supuesto la construcción de nuevas tuberías de servicios de electricidad, alumbrado, comunicaciones y agua, y la dotación de aire acondicionado en el edificio. Todos los cierres, pavimentos, revestimientos y redes de servicios se han creado de acuerdo con la normativa sanitaria vigente.
La lonja dispone de energías renovables para el autoconsumo de los servicios de la lonja. Se han instalado 72 placas fotovoltaicas en la cubierta que producirán 20 kW de energía eléctrica y dejarán de emitir 10 toneladas de CO2 en la atmósfera, ayudando a descarbonizar el territorio, y dando continuidad a una de las líneas estratégicas del departamento de la Vicepresidencia y de Políticas Digitales y Territorio de la Generalitat catalana.
Para integrar mejor el puerto con la población y promover la actividad pesquera, se ha creado un circuito en la sala de subastas con una pared y cristaleras para que los visitantes puedan ver la subasta del pez, dado que la actividad de la subasta es un fuerte atractivo turístico de las poblaciones pesqueras.
El nuevo equipamiento dispone de un espacio destinado a bar-restaurante, desde donde se podrá promocionar el turismo gastronómico, la cultura marinera y poner en valor el pescado de proximidad. Desde la terraza, los visitantes podrán contemplar de las vistas de la desembocadura del Ebro. Tanto en el bar-restaurante como en el circuito para los visitantes se podrá llegar mediante un ascensor para facilitar la accesibilidad a personas con movilidad reducida.
Equipamiento interior
El concesionario de la lonja se hará cargo del equipamiento del interior del edificio. Deben colocar una cinta automatizada transportadora para llevar las cajas de pescado mientras se realiza la subasta; pantallas digitales donde se verá el pescado, el precio de salida y el nombre de la embarcación; mandos a distancia para los compradores; dotar a las instalaciones de una cámara frigorífica, así como de la maquinaria necesaria para desarrollar la actividad; además de incorporar el mobiliario para las oficinas y sala de reuniones. Una vez el edificio esté equipado, los pescadores descargarán el pescado en cajas desde las embarcaciones y con los carros las llevarán al palco para realizar la subasta.
