En la presentación del acto se ha anunciado el calendario de actividades organizadas para conmemorar los 25 años del puerto: conciertos, regatas, competiciones deportivas y diversas jornadas gastronómicas jalonarán los próximos meses.
En el turno de parlamentos, Enric Truñó, concejal de deportes en el equipo municipal que presidía el alcalde Maragall, y desde ese cargo uno de los mayores valedores de la construcción del puerto, evocó aquellos años, culminados con la celebración de la Olimpiada, como el gran momento de la ciudad. El puerto Olímpico, añadió, supuso una inversión de 8.500 millones de pesetas, la misma cantidad que costó el Palau Sant Jordi, pero esa inversión se hizo con capital privado, no costó un céntimo a las arcas públicas. Desde su construcción, el puerto ha vivido una historia de éxitos. Lo hemos hecho bien, afirmó Truñó. Para acabar, hizo votos para que el Ayuntamiento de la ciudad, desde hace dos años presidido por Ada Colau, entienda la importancia económica y social del Port Olímpic y acaben los prejuicios con que contemplan la náutica en general.
Francesc Rafart, de la Federación Catalana de Vela, afirmó sentirse muy satisfecho de la construcción del puerto. Hubo que negociar con la Dirección General de Puertos y Costas, entre otros muchos. El reto era transformar el espacio, entonces degradado. La puesta en marcha del Port Olímpic supuso para la vela un salto cualitativo, afirmó.
La tanda de intervenciones la cerró Joan Guitart, capitán de la marina mercante y director del Port Olímpic desde su inicio. Joan Guitart es un orador hábil, que logra con palabras sencillas y tiernas lanzar críticas, quejas y lamentos sin molestar a nadie, sin que nadie pueda sentirse incomodado, al contrario, todos contentos alabando la bonhomía del capitán, su agudo criterio y su sinceridad. Guitart no necesita la vehemencia para resultan convincente, ni palabras engoladas para demostrar el profundo conocimiento que atesora sobre la gestión de un puerto deportivo y turístico, hasta el punto de ser considerado en el mundo náutico como uno de los gurús más importantes del sector.
En su parlamento, Joan Guitart se quejó del escaso eco mediático que logran los éxitos del Port y la alharaca que se organiza ante cualquier noticia negativa. Protestó por la falta de instrumentos para mejorar la gestión de los puertos deportivos, la falta de autoridad delegada, la nula capacidad sancionadora ante los incumplimientos del reglamento del puerto y, en ocasiones, el escaso apoyo de los poderes públicos ante propuestas, proyectos e iniciativas que tienen por finalidad ampliar la conexión del puerto con la ciudad. Hizo un sentido elogio del Centro Municipal de Vela, alojado en el Port Olímpic, un éxito que se ha convertido en ejemplo para todos los puertos y clubs náuticos; y agradeció a las muchas empresas, pequeñas empresas que tienen sede en el puerto, su esfuerzo y dedicación para extender las actividades náuticas.
Para acabar, el capitán Guitart afirmó rotundo que la sociedad, Pobasa, que ha dirigido el puerto todos estos años es socialmente ejemplar y con una cultura empresarial donde priman los valores medioambientales y democráticos, demostrados año tras año en estos 25 años de éxito.