El puerto sirve de motor económico para la promoción del comercio exterior y el fomento de un sinnúmero de empleos; asegura ingresos fiscales y de divisas. Las operaciones portuarias no pueden tener impacto adverso sobre la comunidad. Un programa dirigido hacia la minimización de impactos hace que la comunidad apoye toda iniciativa portuaria. Tal cambio de cultura hace que el puerto continúe promoviendo el comercio y fomentando la ocupación. Reduce rápida y creativamente los impactos de buques, trenes, camiones, remolcadores y del equipo para el manejo de la carga; mejora la calidad del aire. En sentido lato, los puertos verdes se enfocan hacia el desarrollo social y económico ambientalmente sostenible. La autoridad portuaria junto con las empresas prestadoras de servicios y usuarios en general participan en la implementación estratégica de políticas y actividades dirigidas hacia el desarrollo portuario, respetando y mejorando el medioambiente marítimo. De ahí, lo novedoso de este sistema.
La transformación de la industria portuaria, en pro de un medioambiente libre de polución, se ha constituido en un imperativo prioritario para muchos países nórdicos, así como de la península ibérica y también de las costas oceánicas americanas, pues la descarga de gases de efecto invernadero (GEI) provenientes de combustibles fósiles influye, sobremanera, en el calentamiento global y perturbaciones de la salud pública.
Isaías A. Márquez Díaz
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